Más vitaminas pueden ser demasiadas
El consumo excesivo de suplementos vitamínicos podría resultar perjudicial para la salud
Cada vez hay más médicos preocupados por el consumo excesivo de vitaminas. Hasta un 70% de la población de EE UU toma suplementos , en su mayoría vitaminas, convencida de que las pastillas mejorarán su salud. Pero los investigadores afirman que los suplementos no pueden corregir una dieta pobre; que no se ha demostrado que los multivitamínicos prevengan ninguna enfermedad, y que es fácil obtener dosis suficientes de ciertas vitaminas y minerales sin necesidad de suplementos que acaben aumentando el riesgo de enfermedad. A los especialistas ya no les preocupan los déficit de vitaminas. Hoy en día son prácticamente inexistentes, incluso en la población que sigue dietas poco adecuadas en las que escasean las frutas y las verduras. Por el contrario, la preocupación se decanta ahora hacia los efectos del exceso de vitaminas.
El exceso de hierro podría aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares
Con la vitamina A es fácil pasar la frontera y entrar en la zona de consumo peligroso
"Hemos pasado de centrarnos en las necesidades mínimas a darnos cuenta de que hoy nuestro problema es el exceso; exceso de calorías y también exceso de vitaminas y minerales", afirma Benjamín Caballero, miembro del Consejo de Alimentación y Nutrición de la Academia Nacional de Ciencias de EE UU. Caballero explica que en algunos suplementos, como la vitamina A, no hay mucha diferencia entre la dosis recomendada y una dosis que podría conducir a resultados negativos como la osteoporosis. Los polivitamínicos habituales, añade, contienen a menudo dosis que podrían resultar peligrosas. Y, asegura: "El consumo de suplementos puede conducir a que se alcancen niveles de riesgo".
Muchos médicos que antes decían a los pacientes que los polivitamínicos eran, en el peor de los casos, un gasto inútil, afirman ahora que se están replanteando el mensaje a dar. Con la vitamina A en particular, es fácil pasar la línea divisoria y entrar en la zona de peligro, afirma Joan McGowan, del Instituto Nacional para las Enfermedades Artríticas, Musculoesqueléticas y Cutáneas. Según McGowan, "puedes estar tomando cereales y leche enriquecidos y un polivitamínico. Y puedes encontrarte en una situación en la que recibes más de lo necesario. Hasta hace poco, nos preocupábamos poco por la relación entre la vitamina A y la salud de los huesos". Ahora, añade, "es posible que debamos replanteando estas cuestiones".
Dudas similares se plantean respecto a otros minerales y vitaminas, como el hierro y las vitaminas E y C. Los investigadores afirman que las dudas están relacionadas con las vitaminas ingeridas por personas sanas, no con las vitaminas o los minerales tomados por grupos con necesidades específicas. Algunas personas mayores, por ejemplo, podrían tener un déficit de vitamina B12 debido a que pierden la capacidad de absorberla de los alimentos. Las personas que pasan poco tiempo fuera de casa, podrían necesitar vitamina D, que la piel fabrica cuando está expuesta a la luz del sol. Incluso aunque las personas mayores tomen el sol, la piel envejecida pierde buena parte de su capacidad de sintetizar esta vitamina.
Las embarazadas que no reciben suficiente ácido fólico, una vitamina presente en frutas y verduras, tienen un riesgo más elevado de que sus hijos sufran defectos en el tubo neural. Dado que la vitamina es necesaria desde el comienzo del embarazo, algunos son partidarios de suministrar suplementos de ácido fólico a todas las mujeres propensas a quedarse embarazadas, simplemente para asegurarse de que están protegidas.
Sin embargo, para la mayoría de las personas, el problema no no son los déficit. Por el contrario, los investigadores en nutrición se plantean si los polivitamínicos y otros suplementos son beneficiosos para las personas que siguen dietas relativamente sanas, con frutas y verduras frescas, y sin demasiadas calorías ni grasas y si los concentrados vitamínicos suplen algunas de esas carencias en aquellos con dietas muy malas, cargadas de grasas y comida rápida, y escasas de frutas y verduras. Annette Dickinson, presidente del Consejo para una Nutrición Responsable, un grupo que representa a la industria de los suplementos, afirma que el 70% de los estadounidenses consume ocasionalmente suplementos de vitaminas y minerales, y el 40% los toma habitualmente. En su opinión, "a la mayoría de las personas, literalmente a la mayoría, le beneficiaría tomar un suplemento multivitamínico a diario. Sirve para asegurarse de que se está recibiendo una aportación adecuada e incluso generosa de todos los nutrientes".
Los suplementos individuales más populares son las vitaminas C y E, afirma Robert M. Russell, director del Centro de Investigación sobre la Nutrición Humana, de la Universidad de Tufts. Antes los científicos pensaban que esas vitaminas podían ayudar a prevenir enfermedades como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, pero estudios rigurosos no han encontrado tales efectos. Los suplementos de vitamina E pueden aumentar el riesgo de padecer infarto e ictus, y ningún estudio realizado sobre la vitamina C ha conseguido demostrar que tuviera efectos beneficiosos. "Las dos vitaminas menos necesarias son las que más se ingieren", afirma Russell. El exceso de vitamina C se excreta en la orina, pero los excesos de otras vitaminas se almacenan en la grasa, donde pueden acumularse. Especialmente preocupante es la vitamina A. Se encuentra en el hígado, y pequeñas cantidades se añaden a la leche. Pero en la mayor parte de las personas que están alcanzando niveles preocupantes, la principal fuente son los suplementos polivitamínicos, barritas alimenticias, bebidas isotónicas y cereales.
Algunos estudios recientes de gran alcance indican que las personas con niveles elevados de vitamina A en la sangre presentan un mayor riesgo de padecer osteoporosis. Al tomar vitaminas y suplementos, las personas pueden alcanzar fácilmente un nivel potencialmente peligroso, aproximadamente cinco veces la dosis recomendada, según los expertos en nutrición.
Otros advierten respecto a las sobredosis de otros minerales y vitaminas. A Richard J. Wood, director del laboratorio de biodisponibilidad de minerales, en la Universidad de Tufts, le preocupa el exceso de hierro, que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. En una gran investigación federal, el estudio Framingham, Wood descubrió que el 12% de los participantes de mayor edad mostraban niveles preocupantes. "Prácticamente ninguno sufría anemia ferropénica, pero el 16% estaba tomando suplementos que contenían hierro".
A pesar de que no hay pruebas a favor, algunos investigadores reconocen que toman multivitamínicos. "No creo que haya un inconveniente significativo. Aunque tampoco tenemos pruebas de que sea beneficioso", afirma el especialista en medicina preventiva Joann E. Manson.
Frutas mejor que suplementos
No conozco ninguna enfermedad que pueda prevenirse con los multivitamínicos", afirma el experto en nutrición Benjamín Caballero. De hecho, las pastillas normales, que contienen una variedad de minerales además de vitaminas, tienen ingredientes que se anulan mutuamente. "Los minerales compiten entre sí por la absorción", afirma. "El zinc compite con el hierro, que a su vez compite con el calcio". Caballero añade que estudios de amplio alcance ideados para demostrar que ciertas vitaminas prevenían alguna enfermedad acabaron demostrando lo contrario. Quienes tomaban las vitaminas padecían en mayor medida la enfermedad que supuestamente debían prevenir. Dos grandes estudios aleatorios con los que se esperaba demostrar la utilidad de la vitamina A y del beta caroteno contra el cáncer no encontraron beneficio alguno, y uno concluyó que quienes tomaban los suplementos padecían más cáncer. Un gran estudio sobre la vitamina E y las enfermedades cardiovasculares llegó a la conclusión de que no prevenía los ataques cardiacos y que en realidad aumenta la tasa de arteriosclerosis. Caballero cree que la gente se engaña si cree que las vitaminas van a compensar una dieta pobre. "Si comes comida basura todos los días, las vitaminas son el menor de tus problemas", afirma. "No pueden sustituir a una dieta saludable. No sabemos qué ingrediente de una dieta saludable es responsable de qué condición. Lo que sí sabemos es que quienes ingieren cinco o más porciones de frutas y verduras tienen menos enfermedades. Pero no sabemos gracias a qué ingredientes. Probamos con el beta caroteno, la vitamina E y los antioxidantes, y no han funcionado". "La gente busca la purga de Benito. Y no existe".
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