Mortal seducción

Basada en un relato de Dashiell Hammett, Sin motivo aparente es un thriller de corte clásico, la segunda revisión de uno de los grandes de la novela criminal que emprende, tras Vino y sangre (que se basaba, recuérdese, en una novela de Raymond Chandler), el errático Bob Rafelson, la más frustrada esperanza del cine americano de los setenta. Con contención en su puesta en escena, pero abusando a veces de la paciencia del respetable, a quien el azar excesivo en una película criminal le huele siempre a cuerno quemado, la película cuenta la historia de un policía (Jackson) al que la casualidad pondrá en manos de una atrabiliaria banda de ladrones.

Ni demasiado excitante ni muy original, la película será tal vez recordada por las aviesas artes seductoras que la procaz, y a un tiempo bellísima e inocente Jovovich, pone en funcionamiento; por una inspirada banda sonora... y por muy poco más.