Cuatro reuniones fracasadas y más de 210 ataques a autobuses en 44 días

El paro de autobuses entró ayer en su séptima semana tras muchas horas de reuniones fracasadas, enfados y molestias a padres de alumnos, más de 210 ataques a autobuses y trastornos múltiples en la Semana Santa.

- 19 de marzo, primer ataque. Al día siguiente de iniciarse el paro, dos pasajeros resultaron heridos al ser apedreados dos autobuses. El ataque más serio ocurrió el día 21, cuando una empresa denunció que sus oficinas en Amorebieta recibieron dos disparos de bala.

- 1 de abril, protesta universitaria. Cuando los padres de los 38.000 escolares sin autobús se resignaron a organizarse en coches privados, el colectivo de 3.000 universitarios de Guipúzcoa y Álava que estudian en el campus vizcaíno de la UPV, obligados por la suspensión del servicio, exigieron la intervención del Ejecutivo.

- 4 de abril, el Gobierno se mueve. La falta de contacto entre sindicatos y patronal, que no habían llegado ni a un atisbo de poder reunirse, motivó la intervención de la consejería de Empleo, que citó a ambas partes para el 7 de abril. La cita fue un fracaso.

- 11 de abril, la esperanza frustrada. El segundo encuentro auspiciado por Empleo concluyó con un principio de acuerdo entre empresarios y sindicatos, pero al día siguiente, en vísperas de la Semana Santa, la asamblea de trabajadores lo rechazó por mayoría.

- 14 de abril, siguen los ataques. Uno de los empresarios que participa en la mesa de negociación con los sindicatos sufre el mayor ataque del conflicto: las lunas de 10 de sus 14 autocares son rotas.

- 24 de abril, el Gobierno lanza su oferta. Tras el fracaso de la tercera reunión, celebrada la víspera, Empleo presenta por vez primera una oferta propia, que es rechazada de nuevo por los trabajadores.

- 29 de abril, el arbitraje. El Gobierno acuerda nombrar un árbitro que dicte un laudo de obligado cumplimiento.