Portabella: "Madrid rompe las reglas del mercado"

Jordi Portabella, de 42 años, candidato a la alcaldía de Barcelona por ERC, reclama para la ciudad una triple capitalidad: la de Cataluña, la del eje mediterráneo y la de la paz. Argumenta que cuando la ciudadanía se moviliza como lo ha hecho la de Barcelona para rechazar la guerra de Irak, a los políticos les corresponde tomar iniciativas. Él propone una: que Barcelona sea la sede de algún organismo internacional que trabaje por la paz.

En su opinión, los males de Barcelona proceden de las competencias que no tiene. "Sus puntos débiles están ligados a su dependencia", dijo ayer en el Aula EL PAÍS. Y citó los ámbitos de la financiación, la justicia y la seguridad como los más afectados por la falta de poder político de la capital. Portabella quiere que Barcelona no se compare con Madrid -prefiere que lo haga con sus competidoras europeas-, pero no puede dejar de denunciar el agravio, la injusticia que sufre frente a la capital española: "Barcelona está en desventaja porque Madrid rompe las reglas del mercado", dijo.

Portabella repite como candidato a la alcaldía de Barcelona bajo las siglas de ERC, partido en el que milita desde 1987 y al que llegó, de la mano de Àngel Colom, procedente de la Crida a la Solidaritat, una plataforma de agitación política que tuvo un gran protagonismo en los primeros años ochenta. Fue diputado autonómico en 1992 y renovó su acta en 1995. Àngel Colom protagonizó en 1996 una escisión en ERC, pero Portabella decidió seguir vinculando su futuro político a las viejas siglas del republicanismo catalán. No se equivocó: el Partit per la Independència, fundado por Colom, naufragó en las municipales de 1999, pero Portabella logró para ERC tres concejales y se aupó a la tercera tenencia de alcaldía en una coalición con Els Verds que esta vez no se ha renovado. Durante los últimos cuatro años ha formado parte, con Iniciativa per Cataluña, de la mayoría de gobierno que lideran los socialistas, una experiencia que asume con muy pocas reservas. Portabella está convencido de que la fórmula de progreso funciona. Tanto, que incluso se la imagina en el Gobierno catalán.

"Mi sueño es que Barcelona sea capaz de obtener una triple capitalidad: de Cataluña, del arco mediterráneo y de alguna cuestión de ámbito mundial, que podría ser la paz o la defensa de la diversidad cultural y lingüística".

"A menudo el Partit dels Socialistes se ha apropiado de la palabra Barcelona, y Convergència i Unió se ha apropiado de Cataluña. Ya es hora de asociar el nombre de Barcelona a Cataluña y el nombre de Cataluña a Barcelona, porque no hay ningún país que pueda ir hacia adelante sin una capital potente y no hay ninguna capital potente que no tenga detrás un país. Barcelona y Cataluña tienen que ir juntas".

"Barcelona ha cultivado su vocación mediterránea durante siglos y en muchos puntos ya posee la capitalidad. Pero esto exige hoy disponer de infraestructuras propias de esa capitalidad, lo que pasa por tener un puerto importante, un aeropuerto internacional y una relación de red -que no radial- con el entorno"."El Fòrum de les Cultures es un acontecimiento fundamental para que Barcelona pueda ser capital de algún aspecto de alcance mundial. Y hay dos asuntos clave para los cuales estamos preparados: la paz -sólo nos tenemos que poner detrás de la sociedad civil para ayudar a empujar y a canalizar lo que ha sido su libre expresión durante este último mes- y la pluralidad cultural y lingüística: Barcelona es la capital de la lengua más hablada no reconocida oficialmente de la Unión Europea".

"Para desempeñar esta triple capitalidad hay que promover un desarrollo equilibrado y sostenible. No tenemos que convertirnos en un monocultivo de una sola actividad económica y es imprescindible fortalecer la cohesión social y el Estado de bienestar. La ciudad que sueño es una ciudad en la que las bases ya existen. Ahora es necesario potenciarlas y crear sinergias".