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LA TRANSICIÓN EN IRAK | La formación del Gobierno

Dudas sobre la versión de EE UU

Guillermo Altares

Los habitantes del barrio chií de Al Mohalimía (barrio de los profesores), que el sábado sufrió las consecuencias de una explosión que causó la muerte de al menos 12 personas, acusaban ayer a los estadounidenses del desastre. Según la versión oficial de EEUU, los militares sufrieron un ataque que provocó la explosión de un inmenso polvorín iraquí que custodiaban en el cuartel de Al Rashid, el más grande de Bagdad.

Los proyectiles salieron disparados en todas direcciones y alcanzaron un barrio civil. Los soldados dijeron que primero fueron atacados con piedras y posteriormente con bengalas, que provocaron el incendio.

"¿Cómo vamos a lanzar piedras contra carros de combate?", dijo ayer Walid Husein, de 28 años, vecino de las casas donde se produjeron la mayoría de las víctimas. "¿Cómo vamos a hacer un ataque así cuando sabemos lo que les pasa a los palestinos? No deberían almacenar armamento cerca de zonas civiles".

El resto de los vecinos de la zona se pronunciaba con la misma vehemencia: la mayoría de ellos cree que se trató de un error en la manipulación de explosivos sacados del arsenal para ser destruidos. A 500 metros de las viviendas, que quedaron en ruinas cuando algún tipo de cohete o misil impactó en la calle, justo entre las dos, los habitantes aseguran que los estadounidenses realizan voladuras controladas y creen que una de estas explosiones se descontroló. La hora en la que se realizan (las ocho de la mañana) coincide con el momento en que se produjo del desastre.

Ayer no aparecieron militares estadounidenses por la zona, donde el duelo era generalizado. El cuartel Al Rashid, una instalación inmensa en la que pueden verse las huellas de los combates, seguía fuertemente custodiado por soldados. El coronel ranger John Peabody, de la segunda división de infantería y uno de los oficiales a cargo de la seguridad del recinto de Al Rashid, señaló el sábado que todavía no habían empezado a librarse del material militar acumulado. Los vecinos dicen exactamente lo contrario.

En otras zonas de Bagdad tampoco había calado la versión oficial. Este incidente, el más grave desde que los estadounidenses ocuparon Bagdad, es una nueva advertencia sobre el peligro que esconde una ciudad en la que había enormes polvorines y centenares de artefactos sin explotar.

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Varios oficiales estadounidenses han señalado que todos los días hacen estallar artefactos en diferentes partes de la capital.

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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