Casi el 70% de los negocios abiertos en 2002 pertenece a inmobiliarias y a la construcción

Las inmobiliarias, asesorías y las empresas vinculadas a la construcción son los negocios que más han proliferado en los últimos años. Sólo en 2002, el 68% de todos los establecimientos abiertos pertenecían a estos sectores, según un estudio del Eustat. Esta cifra confirma una tendencia que se mantiene desde 1997. Desde entonces, el número de empresas de esa rama ha crecido por encima del 40%. Por el contrario, otros negocios como la hostelería han caído un 9%, y el comercio tradicional, un 1%. La industria sigue siendo el sector que más trabajo atrae. A la hora de elegir una fórmula jurídica, la mayoría de los empresarios opta por constituir una sociedad limitada.

Según un estudio anual elaborado por el Instituto Vasco de Estadística (Eustat), el número global de empresas vascas creció el año pasado un 2,2%, lo cual llevó emparejado un aumento del empleo en un 3,8%. Pero observando más al detalle cada sector, llama la atención el estancamiento experimentado por algunos comercios tradicionales, mientras que surgen con fuerza otros, como las inmobiliarias y las empresas ligadas a la construcción.

El mundo relacionado con la vivienda ha tomado una relevancia creciente en los últimos años, por encima de su peso específico dentro del tejido empresarial vasco. No sólo han crecido en cuanto al número de establecimientos abiertos el año pasado, sino también en la creación de empleo.

La construcción es el ámbito que más crece. Y lo hace de manera espectacular: da trabajo a 5.675 personas más que en 2001, y se abrieron más de 1.100 locales nuevos. Este ritmo se ha sostenido en el tiempo desde los años 90. De hecho, el Eustat tiene recogidos los movimientos en las empresas desde 1997, y desde entonces la construcción ha crecido un 43% en número de establecimientos y un 47% en el número de trabajadores (sólo el año pasado, aumentó en un 8,5%).

A la par, en Euskadi está creciendo el negocio de las inmobiliarias y los servicios empresariales, es decir, las asesorías, ingenierías, despachos de abogados y empresas de informática. De hecho, subieron un 45% en negocios abiertos y un 55% en el número de personas que emplean en un periodo de sólo cinco años.

Los expertos entienden que es difícil que el ritmo de crecimiento de estos sectores, en concreto el de la construcción, pueda mantenerse durante más años.

Sin duda, el sector que más trabajo atrae es la industria. Las empresas manufactureras empleaban el año pasado a 217.000 personas, casi el doble que el comercio tradicional. Éste ha aumentado poco a poco en el número de empleados, pero su evolución no ha sido homogénea en cuanto a la cuantía de las empresas. De hecho, en cinco años se ha reducido el número de tiendas y talleres en un 1%. Ahora rondan los 46.000 establecimientos.

La hostelería, variable

Destaca la fuerte caída de las tiendas tradicionales de alimentación. Si en 2001 había registradas 8.500 en todo el País Vasco, un año más tarde se habían reducido a 8.200. Los supermercados y los híper o grandes superficies comerciales han absorbido a parte de la clientela. Pese a todo, aunque han cerrado comercios, no se han perdido empleos, sobre todo gracias a las tiendas de ropa, calzado y otros establecimientos especializados.

La hostelería se comporta como un sector variable. En 2002 se recuperó de una tendencia a la baja, al experimentar una tasa de crecimiento del 5,7%, por encima de la media de la actividad empresarial vasca, que llegó al 3,8%. Pero es el sector que ha seguido una trayectoria más irregular en los últimos tiempos.

Existe un censo de los negocios que nacieron en 2002 y los que cerraron. La comparación arroja un saldo positivo. El País Vasco ganó 3.565 negocios, con una creación de empleo de 15.000 trabajadores, aunque el número aumenta hasta más de 29.000 si se tienen en cuenta los locales hosteleros ya existentes anteriormente cuyo propietario cambió de uso durante el año pasado.

Sobresale un detalle en cuanto a la fórmula jurídica que eligen los empresarios para desarrollar sus negocios. La mayoría se inclina por crear sociedades limitadas, que requieren menos capital para su constitución que la sociedad anónima. También influye en la elección que en las sociedades limitadas disminuye la responsabilidad en caso de quiebra, ya que no se responde con el patrimonio personal sino con el de la sociedad. Por eso se entiende que en sólo un año desaparecieran más de un millar de empresas donde su propietario figuraba como persona física, mientras que se ganaron 3.700 sociedades limitadas, que crearon más del 73% de todo el empleo generado en 2002.