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Reportaje:

Cerco al cáncer de mama

El SAS completa el mapa de prevención de la enfermedad para mujeres de entre 50 y 65 años

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha detectado precozmente en siete años 1.726 cánceres de mama entre el grupo de mujeres que abarca los 50 a los 65 años. Afortunadamente, casi la mitad de estos tumores (49,7%), apenas tenían un centímetro o eran incipientes; una circunstancia que ha hecho posible que el 65% de los casos se resolviera favorablemente sin necesidad de amputar el pecho. Éstos y otros datos aparecen en el último informe sobre el Programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama en Andalucía (PDPCMA); un programa que está punto de llegar al 100% de las mujeres comprendidas en el citado segmento de edad.

Hasta ahora, las 37 unidades de exploración mamográfica que la Junta de Andalucía ha repartido por el territorio autonómico han convocado a revisión a medio millón de mujeres, de un total de 550.000 posibles. Sólo el 8,4% de este medio millón, según el informe, fue derivado al hospital. Un porcentaje "normal" a decir de los especialistas, que no difiere del presentado por el resto de comunidades autónomas. Andalucía ocupa el sexto lugar en España en lo que a tasa de captación se refiere (porcentaje de mujeres que acude a revisión entre las convocadas) con un 75,1% captadas, frente a Navarra, la primera, dónde acude el 90% a revisión. Respecto a la tasa de detección, la comunidad andaluza ocupa el cuarto lugar con 5,3 tumores detectados por cada 1.000 exploraciones. Aparece detrás de Aragón, Navarra y Canarias, que diagnostican 6,2, 6,1 y 5,3 tumores respectivamente.

Medio millón de andaluzas han pasado ya por el programa autonómico

Con la red del PDPCMA a punto de completarse al 100%, tras haber adquirido recientemente tres nuevas unidades (ahora son 40), el SAS hace balance. "Lo conseguido hasta ahora con la red que estamos creando para la detección precoz de cáncer de mama es muy importante y hay que valorarlo muy alto, dado lo compleja y lo grande que es Andalucía; también por el número de mujeres al que pretendemos llegar, más de medio millón. Aplicar un programa como éste, donde cuestiones tan íntimas se ven afectadas, no resulta fácil. No sólo se requiere la mejor disposición de los profesionales, también que las mujeres que tienen esa edad comprendan que hacer prevención en temas como el cáncer es la mejor forma de curarlo", explica Carmen Escalera, responsable en el SAS de la implantación y aplicación del programa.

El cáncer de mama es, entre todos los cánceres posibles, el que más afecta a la mujer en los países desarrollados. También es la primera causa de muerte tumoral para ellas. En Andalucía, como en el resto de España, fallecen aproximadamente 24 de cada 100.000 mujeres que contraen este tumor. La tasa de incidencia, en cambio, está en torno a los 60 nuevos casos declarados al año por 100.000 habitantes, lo cual significa que la comunidad andaluza contabiliza alrededor de 2.500 nuevos casos de cáncer de mama anuales.

Todos los estudios realizados en las últimas décadas aseguran que el incremento del cáncer de mama es una realidad que no admite dudas. Si se comparan los datos de los últimos 20 años se observa que las probabilidades de desarrollar un tumor de este tipo han pasado de ser 1 a 20 a 1 sobre 11. Las razones, según los especialistas, pueden variar. Una alimentación poco sana, la falta de ejercicio y los hábitos de vida poco sanos serían algunas de e ellas. Menos mal que si se coge a tiempo, el cáncer de mama es un tumor que en nueve de cada diez casos se cura. De ahí la importancia que cobra el programa del SAS y su labor preventiva.

Desde que en 1995 iniciara su andadura, los tres objetivos, fundamentales, del PDPCMA han sido, según Carmen Escalera, intentar disminuir la mortalidad por esta enfermedad entre las mujeres andaluzas, detectar los carcinomas de mama precozmente y en un mayor número, y aumentar la calidad de vida de las ya tratadas. "Otros objetivos más específicos, como captar al menos el 70% de las mujeres que están en esa edad de 50 a 65 años, o garantizar un tratamiento a las que han sido diagnosticadas en un plazo máximo de 30 días, también han sido sobradamente cumplidos", añade la doctora Escalera.

Por provincias, Córdoba ha sido la más receptiva al PDPCMA con un 78% de participación, mientras Granada se sitúa a la cola con el 70%. "No existen razones objetivas que expliquen por qué en una comarca o provincia determinada las mujeres acuden más o menos a una revisión mamográfica, una vez que han sido citadas", aclara Escalera. De hecho, los que trabajan en este programa aseguran que pueden ser miles los factores que induzcan a una mujer a no acudir a la cita. Algunas se hacen mamografías por su cuenta, a otras se les olvida, las hay que simplemente tienen miedo. Y también están los valores culturales, religiosos y estéticos.

Cita a la carta

Lo primero que el SAS hace para que ninguna mujer, entre 50 y 65 años, se quede sin revisión mamográfica es un barrido por el padrón municipal y por los listados de la seguridad social. Tras el cruce de datos, y una vez eliminadas defunciones, duplicados y otras anomalías, cualquier mujer, se supone, incluida en ese segmento de edad, está en condición de ser citada. El SAS le envía entonces una carta explicando en qué consiste el Programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama en Andalucía. Y poco después, en una segunda misiva personalizada, se le indica ya día, lugar y hora de cita para la revisión mamográfica.

Si por lo que fuese, la persona no acudiese, el centro de salud al que pertenece tratará de averiguar las razones. "Esto es lo que llamamos una captación activa. Así sabremos siempre qué es lo que pasa; si la persona en cuestión recibió la información, si se hizo la mamografía por su cuenta o si, por ejemplo, le da vergüenza acudir", explica Rosario Fernández, coordinadora actual del programa.

En las unidades mamográficas, que pueden ser móviles (las que llegan y se instalan en la plaza de pueblo) o fijas, ubicadas en la unidad correspondiente de centros de salud y hospitales, se realizan las exploraciones pertinentes y radiografías por duplicado que luego pasan a los especialistas radiólogos quienes, por separado, emiten su informe de valoración. Si todo es normal, la persona no volverá a ser citada hasta dentro de dos años; pero si aparece la más mínima duda, la paciente es citada otra vez en los seis meses siguientes. Finalmente, si se tienen sospechas de que pueda haber un tumor, la derivación al hospital es inmediata. Una práctica que en el medio millón de mujeres tratadas por el programa sólo representa el 8,3% del total.

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