Rumsfeld dice que rechazará un Gobierno proiraní en Irak
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, advirtió ayer de que su país no permitirá que el nuevo Gobierno que se establezca en Irak sea "a imagen del de Irán". Rumsfeld alertaba contra el creciente poder de los líderes religiosos chiíes en el país tras décadas de represión por parte del antiguo régimen de Sadam Husein. Las opiniones de Rumsfeld son parte de un debate interno en Washington sobre la compatibilidad del ascenso al poder de los chiíes y la democracia que espera desarrollar en Irak.
En una entrevista con Associated Press, Rumsfeld afirmó: "Si se refiere a qué nos parecería que hubiera un Gobierno de corte iraní con los clérigos controlando todo el país, la respuesta es: eso no va a ocurrir". En una comparecencia en el Pentágono añadió: "Una minoría que está haciendo mucho ruido, pidiendo transformar Irak a imagen de Irán, no va a ser admitida" en la cabeza del Estado.
El presidente estadounidense, George W. Bush, había advertido previamente al Gobierno de Teherán de no inmiscuirse en los asuntos de la reconstrucción de Irak. Rumsfeld añadió que Estados Unidos no va a permitir que "la transición democrática de la gente de Irak sea secuestrada por aquellos que desean instaurar otra forma de dictadura".
En otras intervenciones durante esta semana, el jefe del Pentágono ya había apuntado esta comparación con Irán. "No creo que lo que caracterice la vida en Irán sea un sistema democrático", dijo, "no creo que encaje en esos principios". Para Rumsfeld, "hay una cantidad enorme de gente en Irán que cree que un pequeño grupo de clérigos que determina todo lo que pasa en el país no es su idea de cómo quieren vivir sus vidas".
Discrepancia con Powell
Sus opiniones están en claro contraste con las del vicesecretario de Estado, Richard Armitage, que aseguró a principios de año que Irán era distinto a Irak y Corea del Norte porque era un régimen democrático. El presidente Bush había señalado a los tres países como los integrantes del eje del mal en el mundo.
El secretario de Estado, Colin Powell, al que se tiene por una de las figuras más conciliadoras de la actual Administracion de Estados Unidos, ha expresado una actitud diferente sobre la relación entre religión y política. Sin llegar a respaldar el sistema iraní, Powell se ha mostrado menos inquieto que Rumsfeld o Bush sobre las opciones que puedan votar los iraquíes en el futuro.
"Sólo porque un país sea árabe o practique la fe musulmana, sugerir que le son negados los beneficios de la democracia me parece falso. La democracia puede coexistir con cualquier fe", dijo Powell el jueves en una entrevista. En otra intervención añadió: "¿Por qué no puede un gobierno basado en el islam ser también democrático?".
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