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Dos sindicatos denuncian a 15 sociedades de Huelva por contratar a inmigrantes 'sin papeles'

Un empresario niega el uso de indocumentados y otro alega razones "humanitarias"

El Sindicato de Obreros del Campo (SOC) y la Unión Sindical de Trabajadores de la Enseñanza de Andalucía (USTEA) denunciaron ayer que 15 empresas agrícolas de la zona de la Cañada y la Moriana, ubicadas entre Rociana y Almonte (Huelva), han contratado inmigrantes sin papeles en los momentos de mayor actividad en los campos de fresa, cuando faltaba mano de obra para la recolección. Uno de los empresarios señalados negó que utilizara a indocumentados y otro afirmó que lo hizo por razones humanitarios y con respaldo sindical.

Jorge García, del SOC afirmó que los empresarios contratan a los inmigrantes en la plaza del pueblo y les pagan al finalizar cada jornada, sin darles de alta. "En la mayoría de los casos", añadió, "les abonan un salario por debajo de lo legalmente establecido".

Entre las empresas denunciadas por ambos sindicatos y que ya cuentan con un expediente abierto por la Inspección de Trabajo de Huelva figuran Ribera del Tinto, El Menejildo y la conocida como De los Hermanos Joaquín y Domingo.

"Habitáculos"

Jorge García indicó que estos empresarios alojan a los temporeros en lugares que no reúnen los mínimos requisitos higiénicos. "La mayoría de esos habitáculos carecen de luz y agua. Algunos trabajadores se ven obligados a hacer sus necesidades en la calle, aunque sea de noche, con lluvia o frío", señaló.

García también se refirió a un grupo de temporeros de etnia gitana procedentes de Granada, Córdoba y Sevilla, que viven en esa zona."En cada nave habitan hasta tres familias", dijo. Además, este sindicalista denunció que en una nave a la entrada de Almonte se alojan "en condiciones infrahumanas" un grupo de 30 inmigrantes argelinos y marroquíes. "Viven en una cochera. He visto cuadras mejor preparadas que eso. El más privilegiado duerme en un colchón sobre el suelo. La mayoría en cartones", dijo.

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El portavoz del SOC afirmó que los empresarios onubenses están actuando "con total impunidad", por lo que van a seguir presentando denuncias ante la Inspección de Trabajo y las autoridades competentes, y no descartan organizar piquetes para paralizar la actividad en las fincas freseras donde se están dando estas condiciones

Por su parte, Juan Rafael Urreta, de USTEA, afirmó que unos 50 niños habitan en esos campamentos sin escolarizar. Argumentó que "las pésimas condiciones en las que viven estas familias imposibilita que sus hijos vayan al colegio". "Los mismos padres se niegan a que los niños vayan sucios a la escuela", señaló. "Sabemos que existen alojamientos de temporeros a los que ni siquiera podemos llegar con los coches, porque sólo se accede a ellos por caminos intransitables. Allí también hay niños que difícilmente, en esas condiciones, podrán ir al colegio", subrayó Juan Rafael Urreta.

Respuesta patronal

De su lado, el presidente de la patronal fresera, Freshuelva, José Manuel Romero restó dramatismo al asunto y afirmó: "Estoy convencido de que la inmensa mayoría del sector cumple los requisitos, porque los empresarios son consciente del grave error en el que incurren de contratar mano de obra irregular. Si tienen conocimiento de tales irregularidades, yo los reto a que acudan a un Juzgado y lo denuncien, pero no en la prensa".

Un portavoz de los empresarios de la finca Ribera Tinto negó las denuncias. "Ningún trabajador de mi empresa nos ha denunciado. Quienes hacen las denuncias son los miembros de esos sindicatos, que para nosotros no merecen ser reconocidos como tales. Ellos han puesto la denuncia y yo estoy seguro de que se va a solucionar", afimró. "Nosotros somos gente honesta", añadió.

Otro de los empresarios denunciados admitió que en los últimos días han contratado a algún inmigrante sin papeles, pero contando con el visto bueno de los sindicatos. "Ha sido una cuestión casi humanitaria para esas personas que están en la calle, sin dinero. Y ahora los propios sindicatos nos meten en el lío y en la polémica", argumentó.

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