Blair impone al IRA tres condiciones finales para enterrar el conflicto
El 'premier' británico cree que las partes están "frustrantemente cerca" del acuerdo
Tony Blair cogió ayer por el mango la sartén del proceso de paz en Irlanda del Norte y exigió al IRA que aclare si está dispuesto a asumir tres compromisos esenciales: acabar con todo tipo de violencia, destruir todos sus arsenales y, si los demás cumplen con todas sus obligaciones, declarar el final de la guerra. El primer ministro británico, que lanzó ese desafío en una conferencia de prensa en Londres, deja así en el lado republicano la patata caliente de dar el próximo paso para desbloquear la actual parálisis del proceso de paz.
Londres y Dublín se disponían hace casi dos semanas a cumplir con su parte en este compromiso final publicando una declaración conjunta con las últimas concesiones pendientes para los republicanos, desde la retirada casi total del Ejército británico hasta la transferencia de las competencias sobre Justicia o la reforma de la policía de la provincia. Pero la declaración se suspendió a última hora por la falta de garantías de que la respuesta del IRA iba a ser lo bastante generosa como para satisfacer a ambos gobiernos y, sobre todo, a los unionistas de Irlanda del Norte.
Desde entonces, el IRA ha hecho llegar diversas aclaraciones sobre cuál sería su respuesta, sin que éstas hayan satisfecho plenamente a Blair y a su homólogo irlandés Bertie Ahern. Ayer, el primer ministro británico se decidió a lanzar tres preguntas retóricas para describir públicamente y con todo detalle la respuesta que espera del IRA. "Son tres cuestiones esenciales que se pueden aclarar perfectamente con respuestas sencillas", explicó.
"Cuando el IRA dice que sus estrategias y disciplinas no serán inconsistentes con el Acuerdo de Viernes Santo, ¿significa eso el final de todas las actividades inconsistentes con el Acuerdo de Viernes Santo, incluyendo el señalar objetivos, la adquisición de armas o las llamadas palizas de castigo?", se preguntó. "Segundo, cuando dicen que están plenamente comprometidos a poner todas las armas fuera de uso a través de la comisión de decomiso, ¿significa eso que se refieren a todas las armas, de manera que el proceso quede completado?".
"Y tercero, cuando dicen que apoyan el Acuerdo de Viernes Santo, ¿significa eso que si los dos gobiernos y las otras partes cumplen con sus obligaciones de acuerdo con el Acuerdo de Viernes Santo y la declaración conjunta, estamos ante el punto final del conflicto?", se preguntó por último.
La declaración de Blair, que admitió que todas las partes estaban "frustrantemente cerca" del acuerdo, pero insistió en que para conseguirlo la posición del IRA tiene que ser "clara y sin ambigüedades", pone ahora la presión en el campo republicano. Sin embargo, el Sinn Fein, brazo político del IRA, se desmarcó de inmediato de las palabras de Blair. "La declaración del IRA ha sido clara y sin ambigüedades; no sé si se puede cuadrar ese círculo", declaró Gerry Kelly, uno de los hombres fuertes del partido.
Blair, que aseguró que la ley no permite retrasar más allá del 29 de mayo las elecciones a la Asamblea de Irlanda del Norte, pareció dejar una pequeña puerta abierta a un acuerdo en dos etapas al condicionar la declaración de que el conflicto ha terminado a que todos los demás hayan honrado previamente sus compromisos con el Acuerdo de Viernes Santo. Eso permitiría quizá al IRA cumplir con los dos primeros interrogantes planteados por Blair -comprometerse a abandonar todo tipo de violencia, incluyendo la callejera, y destruir sus arsenales-, pero dejar para más adelante la ansiada declaración de que el conflicto ha terminado.
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