El corredor verde creado por el vertido de Boliden será el primer "paisaje protegido"

El corredor verde del Guadiamar será el primer paisaje protegido de Andalucía. El Consejo de Gobierno de la Junta aprobará hoy esta declaración que garantiza un régimen especial de protección para los terrenos afectados por el vertido tóxico causado por la rotura de una balsa minera en Aznalcóllar (Sevilla), del que el próximo viernes se cumplen cinco años. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, quien inauguró ayer unas jornadas dedicadas a analizar la restauración del río Guadiamar, sugirió que esta declaración facilitará la gestión pública de este territorio.

El sábado 25 de abril de 1998 casi 5.000 hectáreas de la cuenca del río Guadiamar amanecieron cubiertas de lodos y aguas ácidas procedentes de una balsa minera de la empresa Bolidem. "Uno de los mayores desastres de nuestra historia reciente", según recordaba ayer el presidente de la Junta, Manuel Chaves, quien reconoció que en aquel momento las consecuencias se vaticinaron "mucho más graves" y, sobre todo, " más persistentes" de lo que después han sido.

La labor coordinada de las administraciones para, primero, retirar el lodo, y, después, recuperar ambientalmente la zona han hecho posible el corredor verde que en abril de 2001 fue declarado "zona forestal" y que hoy se convertirá en el primer "paisaje protegido" de la comunidad. Esta figura está recogida en la ley 4/89 e implica la inclusión de estos terrenos en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía.

"Su declaración como espacio protegido no es una decisión aislada", advirtió Chaves, "sino que se plantea con la finalidad de facilitar la gestión pública de este territorio con la garantía jurídica que supone está figura de protección". La declaración, añadió el presidente de la Junta, está en sintonía con "la estrategia pan-europea" de conservar la naturaleza mediante corredores ecológicos.

El del Guadiamar, presupuestado con 4,8 millones de euros, debe servir como conexión natural entre la dehesa de Sierra Morena y las marismas de Doñana. Pero su declaración como parque protegido, apuntó Chaves, no implica el final feliz del proyecto de corredor verde. "A pesar del esfuerzo realizado, la eliminación definitiva de las secuelas del vertido tóxico no es un proceso que se resuelva en pocos años", afirmó el presidente de la Junta, quien considera que esta garantía de protección debe "inaugurar" una nueva etapa en la que el espacio catastrófico deje paso a un espacio pensado para "el disfrute ciudadano".

Referente de planificación

Chaves dijo también abogar por que continúe la intensa actividad científica que se desarrolla desde hace cinco años en los terrenos afectados. Un gran laboratorio natural que, según el presidente de la Junta, debe ser un referente de planificación y gestión integrada de una cuenca mediterránea "exportable" a otras áreas dentro y fuera de Andalucía.

La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, advirtió, por su parte, que si hasta el momento los trabajos de la Administración se han centrado en recuperar ambientalmente la zona, ahora hay que incidir en el aspecto "social y económico" y buscar "otras vías de supervivencia" para las personas que perdieron sus tierras bajo el vertido tóxico.

Entre los muchos temas que se abordarán en las jornadas que se celebran hasta mañana en la sede de la Fundación de loas Tres Culturas, en la isla de la Cartuja, destaca la más que posible eliminación del dique de entre muros, el más importante de los tres construidos hace cinco años para evitar que los lodos entrasen en Doñana. Los otros dos fueron ya retirados, y la eliminación de esta última barrera está pendiente de un informe científico que garantice que el agua del Guadiamar vuelve a estar en condiciones de mezclarse con Doñana. Coves, no obstante, se muestra convencida de que ya no hay razón para seguir manteniendo este dique que evita el fluir natural del agua.