Siete inspectores de Hacienda de Río, en prisión por corrupción
Las sospechas se han convertido en acusaciones y los siete fiscales de Hacienda, supuestamente responsables del mayor escándalo de corrupción de la historia del Estado de Río de Janeiro han acabado en la cárcel bajo la imputación de haber privado a las arcas públicas de no menos de 30 millones de dólares que habrían colocado en bancos suizos. Con ese dinero el Gobierno del Estado de Río, el segundo más importante del país después de São Paulo, que está quebrado económicamente, podría haber dado paga extraordinaria la pasada Navidad a los funcionarios públicos, que no la han recibido.
Los jueces han tomado la grave decisión de llevar a la cárcel a los siete famosos fiscales gracias a las acusaciones de Valéria Goncalves Santos, ex mujer de uno de los inspectores, Carlos Eduardo Pereira, que había sido testigo de la fuga de dinero a Suiza y que conservaba documentos fehacientes de sus acusaciones. Los jueces han pedido para ella y para sus hijos protección especial.
Campaña de Garotinho
Uno de los inspectores más importantes, Rodrigo Silveirinha, había sido durante años hombre de confianza del ex gobernador Anthony Garotinho y había financiado la campaña electoral de su esposa, Rosinha Garotinho que ganó en el primer turno por aplastante mayoría absoluta. Garotinho, pastor evangélico, que había disputado a Lula la candidatura a la Presidencia de la República, ha declarado que el inspector traicionó la confianza que le habían dado.
Estos inspectores eran los encargados de recaudar una serie de impuestos de las 400 empresas más importantes del Estado de Río que debían servir para alimentar las arcas públicas. A través de un complicado sistema de corrupción, los inspectores dispensaban de pagar una parte de los impuestos a algunas de esas empresas a cambio de suculentas mordidas (comisiones), que ellos iban colocando en dólares en los bancos de Suiza. Había sido precisamente el Gobierno de Suiza quien primero levantó sospechas ante el Gobierno de Brasil por este movimiento de dinero.
Según indicaban ayer los mayores diarios nacionales, los supuestamente encargados de trasladar de Río a Suiza los 30 millones de dólares, formaban parte de un grupo de funcionarios de la empresa Gordin Promoçoes Limitada, que usaban sus cuentas particulares para desviar a Suiza el dinero de los inspectores. Los dueños de dicha empresa, que es la encargada de administrar los bienes de grandes jugadores de fútbol, entre ellos los de Ronaldo, son Reinaldo Menezes y Alexandro Martins. Ambos son investigados por la policía federal.
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