La popularidad de Blair abre la carrera hacia el referéndum del euro
Las encuestas siguen reflejando una abrumadora victoria del 'no'
A medida que aumenta la popularidad de Tony Blair, gracias al rápido triunfo de la coalición británico-estadounidense en Irak, crecen las especulaciones sobre el euro. Enemigos y partidarios de la entrada de la libra esterlina en la divisa europea se han lanzado a una frenética campaña llena de contradicciones. Y mientras el Tesoro filtra comentarios que hacen pensar que no habrá referéndum este año, Downing Street se limita a decir que nadie sabe los verdaderos planes del primer ministro sobre el asunto.
Dos de los más firmes aliados de Blair en favor del euro, el antiguo líder laborista y actual comisario europeo, Neil Kinnock, y el dos veces ministro y quizá algún día comisario europeo, Peter Mandelson, han lanzado estos días mensajes casi contrapuestos. Kinnock no cree que vaya a haber referéndum en los próximos meses, pero defiende que sí puede haberlo en esta legislatura, quizá dentro de dos años. Aunque habitualmente limitadas a cuatro, las legislaturas son legalmente de cinco años, ha recordado Kinnock recientemente, dando margen a que, si se retrasan las elecciones a la primavera de 2006, la decisión sobre el euro puede tomarse en la primavera del año que viene y el referendum en otoño de 2004 o incluso primavera de 2005.
Mandelson, que lleva días lanzando el mensaje de que Europa será la prioridad de Blair en cuanto acabe la guerra en Irak, ha redoblado este fin de semana sus presiones en favor de una entrada rápida en el euro. Mandelson asegura que está "en el espíritu" de Blair convocar la consulta en esta legislatura y sostiene que la libra podría ingresar en el euro antes de dos años si la decisión de entrar y el referéndum popular que la sancione se celebra en los próximos 12 meses.
Al sube y baja de especulaciones se sumó ayer de manera aparatosa The Sun, el diario más leído del país y uno de los más influyentes en el voto de la clase obrera. Aunque en las dos últimas elecciones apoyó a Blair, The Sun es un diario conservador y euroescéptico que se opone ferozmente al ingreso en el euro y hará campaña por el no. Ayer, el poderoso jefe de la sección política, Trevor Kavanagh, retaba al primer ministro a que pusiera a prueba su recobrada popularidad convocando el referéndum. "Es hora de votar... hora de votar no", escribe el comentarista. Kavanagh resucita también el mito de que Blair es capaz de renunciar a ser primer ministro en favor del ministro del Tesoro, Gordon Brown, si éste le ayuda a ganar el referéndum. Aunque también dice que es capaz de echarle si no apoya la campaña por el sí, algo que seguramente aumentaría las probabilidades de victoria del no.
Las encuestas siguen reflejando una abrumadora victoria del no con el 68% de los votos. Pero los acontecimientos de las últimas semanas hacen pensar que la batalla del euro aún no está decidida. Blair no sólo sofocó sin grandes apuros la rebelión de los diputados laboristas que se oponían a la invasión de Irak, sino que ha dado la vuelta a todas las encuestas que desde primeros de año señalaban una caída en picado de su popularidad. Como era de esperar, en cuanto empezaron los combates en Irak, el espíritu guerrero de los británicos ha borrado las enormes dudas que siempre ha tenido la opinión pública sobre esta guerra y los expertos auguran ahora a Blair un efecto Malvinas como el que disparó la popularidad de Margaret Thatcher tras reconquistar las islas invadidas por Argentina. Y es esa confianza de Blair de que al final la opinión pública le hará también caso respecto al euro lo que he desatado las especulaciones de estos días.
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