Basora desconfía de la eficacia de un jefe tribal
Numerosos ciudadanos de Basora, la gran ciudad del sur de Irak, se muestran escépticos ante la posibilidad de que un jefe tribal encabece el nuevo Gobierno de la ciudad. Desconfían. "Los jefes tribales han ayudado a Sadam, quien les compró por miles de dólares antes de la guerra y ahora se han puesto a disposición de los norteamericanos y británicos. No son gente honesta", declaró Hossam, un ingeniero petroquímico.
El coronel británico Chris Vernon explicó ayer que su Ejército, que el pasado lunes se hizo con el control de la mayor parte de la ciudad, ha entrado en contacto con un jeque local, una personalidad "valiosa y creíble", que formará un comité de Gobierno para Basora. Su identidad es un misterio, también para los habitantes de la ciudad, quienes recordaron que Sadam también descendía de las tribus de Tikrit, su ciudad natal.
La gente prefiere un líder civil y no un jefe tribal, a quienes tachan de "poco cultivados y primitivos". Creen que otros grupos no aceptarán su autoridad.
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