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Una de cada cuatro víctimas mortales por violencia familiar había presentado denuncia

Un informe del Poder Judicial reconoce que la adopción de medidas cautelares es "baja"

Una de cada cuatro personas fallecidas como consecuencia de la violencia familiar en 2002 había presentado denuncia previamente. Así lo señala el informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que analiza los 145 fallecimientos ocurridos por esa causa en los dos últimos años. Según el trabajo, difundido ayer, más del 70% de las víctimas fueron mujeres, sobre todo casadas y, en menor medida, emparejadas. El informe señala que "el índice de medidas cautelares pedidas o acordadas es bajo". En 2002 se acordaron en el 7,6% de los casos y se solicitaron en el 9%.

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El objetivo principal del estudio, realizado por el Servicio de Inspección del CGPJ, era conocer cuántas personas fallecidas habían denunciado previamente situaciones de malos tratos o amenazas y si se habían acordado, o no, medidas de protección a la víctima. Para ello se han analizado las muertes registradas en el ámbito familiar (y no sólo entre las parejas o ex parejas) en los años 2001 (77 fallecimientos en 70 sucesos violentos) y 2002 (68 muertes en 66 casos).

- Más muertes tras denunciar. El estudio recoge un aumento de las muertes de personas que habían denunciado malos tratos previamente. En 2001 lo habían hecho 13 fallecidos (el 19%) y en 2002, 17 (el 25,7%). A la vista de ello, el órgano de gobierno de los jueces concluye: "Los órganos judiciales no tienen constancia de la situación de malos tratos previa en el 81% de las muertes por violencia doméstica examinadas en 2001 y en el 75% de las referidas al año 2002". "Esto indica que se trata de un delito encubierto que se denuncia poco", según la vocal del CGPJ Montserrat Comas. De hecho, la causa más frecuente de apertura de procedimientos fue el atestado de las fuerzas de seguridad, por encima de las denuncias.

- Mayor rapidez judicial. En los casos en los que hubo denuncia previa, la mayoría de los procedimientos (más del 40%) se incoaron "en el mismo día o al día siguiente" de poner en conocimiento lo ocurrido ante el órgano judicial.

- Pocas medidas cautelares. El informe señala entre sus conclusiones que "el índice de medidas cautelares solicitadas o acordadas es bajo, si bien se ha incrementado en 3,3 puntos en 2002". En 2001, se solicitaron y establecieron en el 4,3% de los procedimientos estudiados (aquellos con víctimas). El año pasado se solicitaron en el 9% de los procedimientos y se acordaron en el 7,6%. "En muchos casos se trataba de faltas, para las que la ley no permite establecer medidas cautelares. Pero en otros, los jueces podían haberlas adoptado", afirma Comas.

- Sin abogado ante el juez. Según el estudio, la víctima acude al llamamiento judicial en la mayoría de los casos. Pero, en general, "en su comparecencia no está asistida por letrado ni aparece la intervención de asistencia social o psicológica".

- Mujer casada o en pareja. El trabajo traza el perfil de la víctima de la violencia doméstica como el de una mujer, española y mayor de edad que "estaba o había estado unida a su agresor por vínculo matrimonial, relación de hecho asimilable o relación afectiva estable".

- Padres y madres, también. De las 77 víctimas del año 2001, 54 eran mujeres (dos de ellas menores) y 23, hombres ( un menor). De todas ellas, 45 tenían un vínculo matrimonial o sentimental con la persona agresora. El resto eran familiares (padres, hijos) o personas afines. En 2002 murieron 51 mujeres (dos menores) y 17 hombres (cuatro menores). El 78,7% de las muertes se registró en el ámbito de la pareja. El resto de las víctimas eran familiares o afines. Los hombres cometieron la mayoría de las agresiones mortales (88% en 2002 y 86% en 2001).

- 15% de los muertos, extranjeros. El porcentaje de casos en el que el agresor y la víctima son de nacionalidad extranjera se ha duplicado: del 7% de los casos en 2001 al 15,1% de 2002.

- Baleares, Canarias y Valencia. Según el trabajo, el mayor número de casos por cada 100.000 habitantes se registró en 2002 en Baleares (cinco muertes y una tasa del 0,59), Canarias (seis casos, 0,35) y la Comunidad Valenciana (14 muertes, 0,34 casos).

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