Sergio Vila-Sanjuán desvela la apasionante historia de los escritores y editores en la España democrática

Durante el mes de noviembre de 1975, una avioneta Piper surcó los cielos españoles con dos grandes letreros pegados a ambos lados del fuselaje: "Esta noche, la libertad". Franco agonizaba y la editorial Plaza & Janés promocionaba uno de sus libros. Hubo que dar muchas explicaciones, incluso más de una librería tuvo que poner carteles en los que se informaba de que ese título nada tenía que ver con la situación española. Fue uno de los más vendidos de ese mes.

El más vendido de 1975 fue El otoño del patriarca, de García Márquez, la historia de la decadencia de un dictador.

¿Casualidad? "Trasciende la anécdota y demuestra hasta qué punto están unidos el libro y la sociedad", explica Sergio Vila-Sanjuán, autor de Pasando página. Autores y editores en la España democrática (Destino), que presentó ayer en Barcelona. Imprescindible para cuantos gustan del libro. Es una panorámica interpretativa de cuanto ha sucedido en el mundo del libro en España, desde 1975 hasta ahora mismo. Vila-Sanjuán (Barcelona, 1957), coordinardor del suplemento Cultura (s) de La Vanguardia, ha encontrado el punto justo entre la avalancha de datos y la anécdota, lo que lo hace de lectura muy amena

Repasa las tendencias generales, a través de los libros, los autores y editores, por este orden, en cada momento de estos casi 30 años de la edición española. En los setenta, explica el autor, "hubo una recuperación de nuestra historia, un enorme interés por la política y también por el contraculturalismo y el erotismo". En los ochenta, "lo político cae en picado y se inicia el gusto por los best-sellers de calidad, como los libros de Eco o Kundera. La lectura se pone de moda. Es la década de la nueva narrariva y del gusto por los autores españoles".

Los noventa son los "años mediáticos y del boom de los libros periodísticos, el marketing se convierte en protagonista". "Es el tiempo también en que los libros españoles empiezan a vederse masivamente fuera".

El balance es positivo. "El mundo del libro se ha modernizado; existen grupos, como Planeta o PRISA, bien estructurados, y Carmen Balcells ha logrado liberar los contratos de los autores".