Un millar de muertos en una matanza interétnica en una zona rica en oro de Congo

Los investigadores de la Misión de Naciones Unidas en la República Democrática de Congo (Monuc) informaron ayer de la muerte de cerca de 1.000 personas en una masacre interétnica ocurrida el jueves en Ituri (al noreste de este país africano y cerca de la frontera con Uganda). Según oficiales de la Monuc desplazados a la zona, los muertos pertenecen a las localidades de Drodro y Largo, y son miembros de la comunidad hema, asesinados por representantes de la etnia rival lendu.

Los investigadores entrevistaron a 15 testigos, sacerdotes, líderes comunitarios y algunos supervivientes, que presentaron una lista documentada de al menos 966 fallecidos, informó el portavoz de la ONU en Kinshasa, Hamadun Toure. Los testigos aseguran que la matanza ocurrió en la madrugada del jueves cuando los atacantes entraron en Drodro y otras 14 aldeas cercanas a Bunia, capital del distrito de Iruti, muy rica en oro (allí situó la ficción Las minas del rey Salomón), y que se encuentra a 80 kilómetros de Uganda. La disputa comenzó, al parecer, por un asunto de tierras.

Veinte fosas comunes

El equipo de investigadores de Naciones Unidas desplazado a Drodro, "identificó 20 fosas comunes sobre las que aún quedaban restos de sangre fresca" y visitó a 49 heridos, "la mayoría de ellos graves e ingresados en los hospitales locales", según reveló Ture. Casi todas las víctimas murieron a golpes de machete, aunque también hubo muertos por disparos de fusil. Estas dos tribus mantienen una enemistad histórica, azuzada por Uganda en los últimos años para reforzar su control sobre las minas de oro.

Ture señaló que se han mantenido conversaciones con líderes tribales y religiosos locales que han coincidido en que la orgía de sangre y muerte duró cerca de tres horas. Las milicias hema y lendu firmaron en marzo un acuerdo de alto el fuego, primer paso para sentarse a negociar la retirada de las tropas ugandesas del este de Congo. Estaba previsto que la misión pacificadora abandonara la región el 24 de abril, pero esta nueva matanza, una de las graves desde el inicio de la guerra en 1998, podría alargar su tiempo en la zona.

Alrededor de 2.000 soldados ugandeses se encuentran estacionados en la región de Ituri, a petición de la ONU, para impedir los enfrentamientos étnicos. El general Kale Kaihura, comandante de las fuerzas ugandesas allí desplegadas, fue el que informó de la nueva matanza.

Según el capitán Félix Kulayigye, que se desplazó a Drodro y a Largo en el marco de una misión de investigación formada por oficiales de la Monuc, situó el primer balance de muertos en torno a los 400, todos ellos miembros de la comunidad hema. Según los residentes de Drodro, los atacantes hablaban la lengua lendu.

Esta matanza puede dar al traste con los intentos de la Comisión Pacificadora de Ituri de conseguir la paz y la estabilidad de esta volátil y castigada región.

Grupos de derechos humanos destacados en el área sostienen que 500.000 personas han huido de sus casas y otras 50.000 han resultado muertas en los últimos cuatro años durante los enfrentamientos mantenidos en esta rica región aurífera entre facciones rebeldes rivales, milicias étnicas y soldados ugandeses.

La Monuc prosigue las investigaciones para identificar a los culpables.

El conflicto en el este de Congo forma parte de una guerra mucho más amplia en la que están involucrados el Gobierno central y numerosos grupos rebeldes apoyados por Uganda y Ruanda. El Gobierno de Kinshasa, los rebeldes y la oposición firmaron el miércoles un acuerdo para crear un Gobierno de transición, para dar paso a la celebración de elecciones generales en un plazo de dos años y medio.