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Empleados del servicio de limpieza de Tomares se desnudan para pedir mejoras salariales

La alcaldesa asegura que la huelga es "virtual" porque se recoge la basura

Reyes Rincón

Los trabajadores del servicio de limpieza de Tomares (Sevilla), en huelga desde hace más de dos semanas, protagonizaron ayer un espectáculo de baile y desnudo a las puertas del Ayuntamiento, imitando al de la película Full Monty. Tras varias jornadas de protestas en las que se produjeron altercados que acabaron con cuatro trabajadores detenidos y despedidos, los huelguistas han programado una semana de acciones, que incluye caceroladas, espectáculos callejeros y una marcha a pie hasta Sevilla, prevista para hoy.

Los protagonistas llegaron cuando los aledaños del Ayuntamiento ya estaban repletos de vecinos, y sobre todo de vecinas, que no querían perderse el espectáculo. Unas por curiosidad, y otras para apoyar a sus hijos y maridos, trabajadores del servicio de limpieza. El marido de Chari, conductor de un camión de basura, es uno de los cinco que han ensayado la coreografía para desnudarse en señal de protesta. "A ver lo que enseñan, estos son capaces de cualquier cosa, pero nosotros los apoyamos", asegura.

Las horas de ensayo dieron su fruto y los trabajadores consiguieron de sobra su propósito de llamar la atención. Al ritmo de la canción You can leave your hat on, de la película Nueve semanas y media, guiados por los pasos que iba marcando una de las mujeres, disfrazada de la alcaldesa, Antonia Hierro (PSOE), los cinco trabajadores se fueron despojando de camiseta, cinturón, zapatos y pantalón, El público, apelotonado en los alrededores y en las ventanas del Ayuntamiento, estalló en aplausos, gritos y cacerolada.

"Llevamos 18 días de huelga y vamos a seguir hasta que se haga justicia", aseguraba, ya vestido, José Manuel Fernández, chófer del servicio de limpieza, dependiente de la empresa Ferovial. Los trabajadores piden la equiparación de sus condiciones de trabajo con la de los empleados municipales, sobre todo en lo relativo de los sueldos. "En marzo desconvocamos una huelga porque la empresa se comprometió a una serie de cosas, pero lo incumple todo", asegura Fernández. "Nos pagan todos los meses, pero con los sueldos antiguos. Si aplicaran la equiparación a algunos les debería medio millón de pesetas [3.000 euros]", sostiene.

Los 18 días de huelga de los trabajadores de la basura no se dejan sentir, sin embargo, en la limpieza de las calles. Al camión de recogida impuesto como servicios mínimos, la empresa Ferrovial ha sumado otro ocupado por trabajadores llegados de Huelva. Así, cada noche salen dos camiones a retirar la basura, los mismos que si no hubiera huelga. "Eso es ilegal, así les da igual lo que esto dure, no les afecta", se queja Fernández.

Uno de los focos de las críticas de los trabajadores es la alcaldesa de la localidad, a quien acusan de no mediar en el conflicto. "A mi particularmente no me parecen lógicas algunas de las reivindicaciones, pero está en manos de la empresa aceptarlas o no", subraya Antonia Hierro, quien dice estar "encantada" con esta "huelga virtual". "El pueblo está limpio, la basura se recoge. La huelga sólo se ve en los medios de comunicación", afirma.

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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