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GUERRA DE IRAK | La repercusión en la enseñanza

Los universitarios toman de nuevo las calles de Barcelona en protesta contra la guerra

Más de 30.000 estudiantes se manifestaron ayer contra Aznar y el Gobierno del PP

Mar Padilla

Lejos de disminuir, las movilizaciones contra la guerra se multiplican por la ciudad y, de una forma cada vez más coordinada, amplían sus actividades. Ayer, 33.000 estudiantes de secundaria y universitarios se declararon en huelga y se manifestaron por las calles de Barcelona y Girona. Las centros universitarios se vaciaron "al cien por cien", según un portavoz del sindicato de estudiantes de la facultad de Económicas de la Universidad de Barcelona (UB). Por la tarde, unos 400 estudiantes subieron desde la plaza de Espanya al castillo de Montjuïc para protestar ante lo que consideran "un símbolo de la represión militar".

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La nueva jornada de movilizaciones empezó a las 11 de la mañana cuando los estudiantes vaciaron las aulas en las universidades para acudir a la plaza de la Universitat, desde donde partía la nueva manifestación. En un tono festivo pero con claros tintes políticos, más de 30.000 estudiantes, según el Ayuntamiento de Barcelona, clamaron contra Aznar, contra el Gobierno del PP y George Bush, mientras hacían ondear cientos de pancartas contra la guerra, alguna que otra bandera republicana e incluso un letrero con la dirección de la publicación quecorrilaveu.org, un boletín diario sobre la guerra que incluye la agenda de las movilizaciones estudiantiles.

Durante la marcha, que transcurrió sin incidentes, los universitarios corearon consignas como "manifestémonos en las urnas" o "ésta es su democracia", mientras cientos de estudiantes llevaban pegatinas con el lema Ni guerra ni chapapote, echemos al Gobierno del PP.

"Yo ya llevo tres manifestaciones y voy a intentar ir a todas las que haya en el futuro, porque me da mucha rabia que el Gobierno no tenga en cuenta nuestra opinión", explicó ayer Andrea de la Torre, una estudiante de Psicología que se había fabricado su propia camiseta contra el conflicto. A su lado, Alexandra Sardá, que estudia Filología Inglesa, decía que ya había acudido a "cuatro manis, y las que vengan, porque dijeron que no habría muertos civiles en Irak y mira lo que está pasando". Cuando la protesta alcanzó la sede de la Delegación del Gobierno, un grupo de universitarios construyó un muro de ladrillos de cartón junto a la entrada del recinto como "símbolo de lucha contra las cosas que no nos gustan", explicó Arnau Balcells, estudiante de Arquitectura.

Por la tarde, unos 400 estudiantes hicieron una marcha desde la plaza de Espanya hasta el castillo de Montjuïc con la intención de desarrollar una conferencia en el patio del Museo Militar, pero en la última curva de la carretera de la montaña se toparon con media docena de furgonetas de la policía y más de 30 agentes antidisturbios que, acordonando la entrada, les impedían el paso. Los universitarios, que protestaron por no poder acceder al recinto, optaron por desplegar una enorme pancarta que rezaba "Bombardeo es genocidio" a los pies de los policías y leyeron un manifiesto en el que criticaban la invasión a Irak y "la democracia hipócrita", que desoye el clamor de la ciudadanía. Los estudiantes criticaron el castillo de Montjuïc por considerarlo "símbolo de la represión militar en Barcelona", hicieron un minuto de silencio por las víctimas civiles en Irak y permanecieron cerca del recinto hasta las nueve de la noche, cuando bajaron la montaña portando velas para reclamar la paz.

Por otra parte, en Girona más de 3.000 estudiantes de educación secundaria y universitarios participaron ayer en una de las mayores movilizaciones escolares que ha vivido la ciudad. Esgrimiendo un amplio muestrario de pancartas y coreando imaginativas consignas antibélicas, los estudiantes finalizaron la protesta en la plaza de la Constitució, donde se realizó una acampada

, informa Gerard Bagué.

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Sobre la firma

Mar Padilla
Periodista. Del barrio montañoso del Guinardó, de Barcelona. Estudios de Historia y Antropología. Muchos años trabajando en Médicos Sin Fronteras. Antes tuvo dos bandas de punk-rock y también fue dj. Autora del libro de no ficción 'Asalto al Banco Central’ (Libros del KO, 2023).

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