Moscú exhibe más de 300 obras de la Galería de Bremen que desea devolver
Los 362 dibujos y 2 óleos -no de Goya y otro de Durero- que el arquitecto y comandante de batallón soviético Víktor Baldin salvó en la Alemania de 1945 llevándoselos en una maleta han sido expuestos este fin de semana en el Museo de Arquitectura, la institución a la que Baldin entregó su tesoro en 1947. Siendo director del museo, Baldin trató infructuosamente de devolver los dibujos a su dueño, la Galería de Arte de Bremen. La exposición debía haberse inaugurado en esa ciudad alemana, ya que el ministerio de Cultura había decidido, por fin, restituir las valiosas obras de arte a Bremen, pero un grupo de parlamentarios lograron que la fiscalía general rusa no permitiera, de momento, la devolución que soñaba Baldin.
El revuelo causado por la decisión es comprensible. La colección que se quiere entregar es inapreciable: contiene, entre otros, dibujos de Fra Bartolomeo, Bernini, Veronese, Durero, Rubens, Delacroix, Corot, Manet, Van Gogh, Rodin y un largo etcétera. De autores españoles figuran el óleo Retrato del X duque de Osuna, de Goya, y el dibujo La Virgen con el niño Jesús y san Antonio de Padua, de Murillo.
En la Duma
Quien dio la voz de alarma y organizó a los parlamentarios para pedir al presidente Vladímir Putin que impidiera que la colección Baldin" fuera entregada a Alemania fue Nikolái Gubenko, que encabeza la comisión de Cultura de la Duma Estatal. La fiscalía apoyó a los diputados e hizo una advertencia pública al ministro de Cultura, Mijaíl Shvidkói, a la que éste respondió organizando la muestra de las 364 obras, en la que se reproducen los textos de las cartas que Baldin escribió primero a Leonid Brézhnev y después a diversos dirigentes, incluido Mijaíl Gorbachov y su esposa, Raísa, en las que proponía devolver a Bremen la colección. Nadie se atrevió a hacerlo.
La historia de cómo llegaron estas obras de la Kunsthalle de Bremen a Moscú es fascinante. Víktor Baldin tenía que buscar un lugar donde instalar su batallón de desminado, y a unos 80 kilómetros de Berlín dio con la casa de campo del conde Koenigsmark. Fue allí, en el sótano, donde encontró los dibujos desparramados por el suelo. Recogió los que pudo, y más tarde, logró conseguir algunos más que habían recogido otros soldados a cambio de botas y otras cosas. Ya en Moscú, restauró los dibujos, los catalogó y los entregó al Museo de Arquitectura, donde permanecieron hasta 1991, cuando Gubenko, entonces ministro de Cultura de la URSS, organizó secretamente el traslado de las obras al Ermitage de San Petersburgo. Al año siguiente, ya desaparecida la URSS, el Ermitage expuso más de cien dibujos de la colección.
La devolución de las 364 obras que ha decidido el ministerio de Cultura ruso será compensada por la Galería de Bremen, que como agradecimiento por su conservación donará 20 al Ermitage, entre ellas, el óleo de Goya. Traducido a euros, eso significa que de los 23 millones en que ha sido evaluada la colección por una firma rusa, el Ermitage obtendrá seis millones.
Babelia
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