Propuestas de consenso
Como el que no quiere la cosa, esta semana nos encontramos sobre la mesa varias propuestas de consenso, algo realmente inusual en los tiempos que corren, aquí en Andalucía. Lejos de aprovechar la vía de ataque que se le abre al Gobierno de la nación con el revés que le ha supuesto la sentencia del Tribunal Supremo tumbando nada menos que 13 artículos de la Ley de Extranjería, el presidente de la Junta, Manuel Chaves lanza en Granada una oferta de diálogo al Ejecutivo central. Plantea un pacto sobre un nuevo reglamento que desarrolle esta norma adecuando así su política migratoria a las exigencias del resto de fuerzas políticas y sociales.
No hay indicios de que dicho mensaje vaya a ser recibido de forma positiva por el PP, ya que nunca antes en esta materia los populares se habían mostrado favorables a consensuar, al menos, los aspectos básicos de este fenómeno a la hora de regular sobre el mismo. Por tanto, lo de Chaves no quedará mas allá de un simple gesto dado que las circunstancias actuales son poco propicias a la mano tendida. Igual suerte puede que corra la iniciativa, en este caso del PP, de ofrecer un pacto al PSOE para culminar el proceso de fusión de las cajas de ahorros El Monte y San Fernando. Las dificultades surgidas, y que han aflorado a la superficie con toda nitidez , pretenden ahora resolverlas con una puesta en escena de los dos presidentes de ambas entidades, José María Bueno Lidón y Alfredo Pérez Cano.
Buenas palabras
Pero está claro que hacen falta algo más que escenas de sofás y buenas palabras para que la sociedad andaluza, y en particular, la sevillana, se crea que este proyecto va a en serio, de una vez por todas. Ya se han marcado unos plazos mínimos por lo que los socialistas no piensan que resulte imprescindible el concurso de los populares para cumplir con este compromiso que adquirieron en su día tras desbancar a los anteriores presidentes, Isidoro Beneroso y Juan López Benjumea. Les va mucho en el empeño y saben a la perfección que lo único que tienen que hacer es, sobre todo, resolver las resistencias internas que hay instaladas en el seno de ambas cajas.
Ni que decir tiene que tampoco se vislumbra una concertación mínima entre UGT y CCOO de Andalucía ante la convocatorias de paros para el próximo día 10 contra la guerra de Irak. Los ugetistas ya trabajan en esta cita mientras que en la otra organización, su secretario general, Julio Ruiz, parece que ha sido el más cercano a las tesis en contra de esta acción de protesta, de ahí que el secretario general de UGT, Manuel Pastrana diga en público que le da igual lo que piensen en CC OO, por lo que descarta ya por anticipado una acción en común en relación a este conflicto a diferencia de lo que ha venido ocurriendo con anterioridad con otros asuntos.
Sin embargo, el único territorio en donde se abre camino el acuerdo es en el ámbito de la colaboración humanitaria a favor del pueblo de Irak. La Junta formalizará en estos días un encuentro con las ONG y la Federación Andaluza de Municipios y Provincias para definir un programa común de ayudas con un presupuesto concreto con el que contribuir a la reconstrucción de este país. Estas organizaciones obtendrán, con ello, los recursos suficientes para llevar a cabo su tarea sin tener que recurrir al apoyo del Gobierno central del que no quieren saber nada por su postura a favor del ataque anglonorteamericano. Esta iniciativa va tapar, sin duda, la maniobra del PP de instar a todos sus representantes en los Ayuntamientos a que se aprueben mociones para articular medidas a favor del pueblo iraquí. Una jugada con la que pretenden dar, al menos, una respuesta en positivo con la que salir del atolladero en el que les ha metido su líder, José María Aznar.
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