Robótica pide un ferrocarril de ancho europeo para la salida de mercancías

Francia, país por el que sale el 50% de las mercancías valencianas, retrasa e incluso abandona la creación de nuevos pasos fronterizos con España a pesar de la amenaza de colapso de Irún y La Junquera. Esta situación requiere, según el director del Instituto de Robótica, Gregorio Martín, que la Comunidad se garantice una conexión ferroviaria de ancho europeo para la salida de mercancías hacia el resto del continente.

La salida de productos valencianos -siete de cada 10 se venden en el resto de Europa- por carretera y ferrocarril está pendiente, en estos momentos, de las deciciones que adopte el Gobierno francés. El primer ministro Jean-Pierre Raffarin encargó en agosto de 2002 una auditoría que estudiase la viabilidad de los grandes proyectos de infraestructuras francesas. A falta de que el documento se debata en mayo en el Parlamento francés, la recomendación de los expertos es retrasar hasta 2010 la entrada en servicio del tramo del AVE entre Figueres y Perpiñán. Tampoco establece un calendario para otro tramo de vital importancia para España, el AVE entre Montpellier y Perpiñán, a través del cual el corredor ferroviario mediterráneo de ancho europeo conectaría con el resto de Europa.

Según Gregorio Martín, la reducción de nuevas conexiones entre Francia y España agrava la situación de colapso que soportan los pasos fronterizos de Irún y La Junquera, con el tránsito de un camión cada siete segundos. Las estadísticas así lo avalan. El volumen de mercancías transportadas entre la Península y el resto de Europa ha crecido un 40% entre 1991 y 2000. Del total, la carretera captó el 82% del aumento, mientras el barco y el ferrocarril sólo recogieron el 16 y el 2%.

Precisamente por ello, las regiones fronterizas de Aragón, Euskadi, Navarra y Cataluña, del lado español, y Midi-Pyrenees, Aquitania y Languedoc-Roussillon, del lado francés, propusieron en 1995 la construcción de un túnel de 50 kilómetros en el centro de los Pirineos, por el que trasvasar de la carretera al ferrocarril una parte de los 220 millones de toneladas que se prevé crucen la frontera dentro de una década. Este nuevo paso preveía la circulación de 200 a 300 trenes diarios entre Zaragoza y la ciudad gala de Pau. La auditoria francesa desestima también este paso por razones presupuestarias..

El director del Instituto de Robótica señala que, a la vista de esta nueva situación, la conexión ferroviaria valenciana con Francia, pensada para las mercancías, es el corredor mediterráneo, de ahí la necesidad perentoria de que el AVE valenciano conecte Castellón con Tarragona con ancho europeo y con una línea exclusiva para mercancías, como han hecho los centros logísticos de Tarragona, Barcelona, Marsella o Génova.

Gregorio Martín pide la revisión del tramo de AVE entre Barcelona y la Frontera francesa para que tenga como prioridad el transporte de mercancías y, por tanto, cuente con ancho europeo. Martín sugiere que Cataluña mejore la conexión de alta velocidad mediterránea con el sur del Ebro, y la Generalitat valenciana haga "todo lo posible" para mejorar su enlace con la comunidad catalana.

La fluidez del tráfico entre ambos países resulta vital para la Comunidad Valenciana, una de las más afectadas por el retraso o la desaparición de nuevas conexiones hispano-francesas, ya que el 70% de sus exportaciones tiene como destino la Unión Europea y el grueso de las mercancías valencianas sale por carretera, concretamente un 52%, que en el caso de la provincia de Alicante supera el 68%.

El presidente de la Federación de Transportistas de la Comunidad Valenciana, Francisco Corell reconoce que España y Francia tienen pendiente la apertura de nuevos puntos de paso, informa Rosa Biot.