_
_
_
_

Joan Solà urge a recuperar el uso social del catalán para garantizar su futuro

"Cambio todos los libros, todas las escuelas y toda la televisión en catalán por volver a escuchar la lengua que se hablaba en la calle hace 40 años", afirma, medio en serio medio en broma, el lingüista Joan Solà (Bell-lloc d'Urgell, 1940). Acaba de publicar Ensenyar la llengua (Empúries), un libro en el que recoge ponencias, conferencias y artículos redactados en los últimos años. Los textos quieren ser, según el autor, "una radiografía verídica" del catalán actual desde el punto de vista sociolingüístico y una invitación a todos los ámbitos de la sociedad para que la lengua vuelva a ser "útil y necesaria", y garantizar, de este modo, su futuro.

Responsable de la reciente Gramàtica del català contemporani, Solà es de los que piensan, como muchos otros estudiosos de la lengua, que el catalán se encuentra en fase "terminal" en muchos aspectos. La situación del catalán en la calle es propia de un "enfermo que está en la UVI", afirmó ayer. Aunque su estudio está "absolutamente normalizado" gracias a trabajos monumentales como el Alcover-Moll, los diccionarios de Coromines -"prácticamente únicos en el mundo"- y la actividad que se desarrolla desde las universidades, no ocurre lo mismo en su uso social. Y eso, a pesar de que la lengua goza de "una salud aparentemente amplia", aseguró.

Ataques "políticos"

Solà se remite a cifras de estadísticas para asegurar que en Cataluña "el castellano se conoce mejor que el catalán" por razones demográficas, lo cual le lleva a afirmar que los ataques contra el catalán tienen "motivaciones políticas" y no lingüísticas. Ya fuera en tiempos de la Renaixença, del obispo Morgades o durante las últimas polémicas por la Ley de Política Lingüística de la Generalitat. El profesor se sirve de estos tres episodios -el hecho de que casi se pidiera perdón por utilizar el catalán en los Jocs Florals; los ataques recibidos por la pastoral del obispo, que reclamaba que se impartiera el catecismo en lengua catalana, y las quejas de la Real Academia Española por la situación del castellano en Cataluña- para ilustrar "la situación conflictiva entre el Estado central y la lengua catalana".

Entre los factores que corren en contra del uso del catalán no sólo se encuentra el hecho de ser una lengua sin Estado, según Solà. La "internacionalización de la comunicación", que desfavorece a todas las lenguas minoritarias también, y los nuevos inmigrantes, que, a juicio de Solà, "han visto que no les es necesario aprender el catalán".

Ante esto, el filólogo recuerda que "la lengua la mantiene el pueblo y no los científicos". Por eso plantea la necesidad de unas "bases jurídicas y políticas" a favor del catalán y de evitar las "políticas de escaparate" que a su juicio se aplican ahora. El libro es también una invitación a "recuperar la conciencia civil" respecto del uso del catalán.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_