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El Gobierno argentino presenta esta semana el fin del 'corralón' financiero

Los depósitos podrán cambiarse por dinero y por bonos a futuro

El Gobierno argentino se propone levantar las restricciones que aún sujetan a los depósitos a plazo, el llamado corralón financiero. En la que será seguramente una de las últimas decisiones de su gestión administrativa antes de la entrega del poder, el próximo 25 de mayo, el Ministerio de Economía dará a conocer esta semana el decreto que permitirá a los que suscribieron depósitos cambiarlos por dinero y por bonos a futuro.

El Ejecutivo, en un último intento de dar solución definitiva al problema antes de las elecciones, tiene listo ya un nuevo decreto con el que espera satisfacer a la mayoría de los ahorradores con depósitos. Una vez levantado el corralito, la restricción que pesaba sobre las cuentas corrientes, a finales del año pasado, la propuesta para eliminar el corralón es la siguiente: quienes depositaron hasta 30.000 dólares, pesificados luego a 1,40 pesos por dólar, disponen de un certificado por 42.000 pesos, a los que deben sumarse la tasa de interés original y la de inflación, con lo que se llega así hasta 61.300 pesos. En el mercado libre, aquellos 30.000 dólares originales podrían cambiarse hoy por unos 92.500 pesos a la cotización que oscila estos días entre 3,07 y 3,10 pesos.

A los ahorradores con depósitos a plazo originalmente superiores a 30.000 dólares se les ofrecerá mantenerlos en el mismo banco, según la cotización actual y anticipando el calendario de devolución en un año. Siempre que acepten bonos por la diferencia.

El Estado se haría cargo de la llamada diferencia de cambio, la pérdida que sufriría el ahorrador al aceptar voluntariamente esta propuesta, con un bono en dólares a pagar en 10 años de plazo. El Ejecutivo compensaría a su vez a los bancos por los depósitos ya devueltos tras la presentación de recursos de amparo.

Rechazo de los ahorradores

A pesar de esta propuesta, los ahorradores, insisten: "depositamos dólares, queremos dólares". Sólo un 25% aceptó la oferta de canjear voluntariamente sus certificados de depósitos a plazo por una parte en efectivo y el resto en bonos. La mayoría prefirió reclamar y esperar el fallo del Supremo.

Los bancos reclaman al Ejecutivo que los bonos se impongan de forma obligatoria. Según sus portavoces, "salvo por razones de extrema urgencia, ningún cliente opta voluntariamente por recuperar parte del dinero y el resto en bonos cuando sabe ya que la Corte Suprema dictará sentencia a favor de sus derechos y con sólo presentar un recurso obligará a los bancos a devolverle el depósito al contado y en su moneda original".

Por su parte, la Corte Suprema, el máximo tribunal del país, ha postergado una vez más su anunciado fallo a favor de la restitución de los depósitos en la moneda original. A poco más de un mes de la primera vuelta electoral de las presidenciales, previstas para el 27 de abril, y para no alterar la relativa calma política, el Supremo espera un improbable acuerdo entre las partes -Ejecutivo, bancos y ahorradores- antes de considerar válidos los miles de recursos de amparo presentados en defensa del derecho de propiedad, que fueron recurridos por los bancos.

Sin compensación

Cinco de los bancos más importantes del país por el volumen de depósitos retenidos, los privados BBVA Francés, el Río y el Galicia, y los públicos de la Nación y Provincia de Buenos Aires, son los únicos que aún no ofrecen la devolución hasta 30.000 dólares- de los depósitos convertidos a pesos, porque el Banco Central no les asegura una compensación a las pérdidas que sufrieron.

El presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay, recomienda que la apertura del corralón sea "gradual". La confianza en el sistema financiero se ha fortalecido. La mayoría de los clientes resuelve renovar nuevamente sus depósitos a plazo cuando logran recuperarlos, pero los bancos no han reabierto aún sus líneas de crédito ante el temor de que un fallo del Supremo los obligue a una devolución masiva de fondos en dólares. Los representantes de las organizaciones de ahorradores se han reunido con los directivos de la Asociación de Bancos. Todos admiten que "los dólares no están" a disposición de forma inmediata y discuten sobre plazos de pago.

Los funcionarios del Ministerio de Economía aseguran que el decreto es "la mejor solución". Una solución en la que todos, también la sociedad en su conjunto, deben dar algo por perdido, el tiempo, el dinero, o ambas cosas a la vez. Además de todo lo que el tiempo y el dinero representan en la vida de las personas.

Un grupo de ciudadanos argentinos ante una oficina de cambio de moneda en Buenos Aires.
Un grupo de ciudadanos argentinos ante una oficina de cambio de moneda en Buenos Aires.EPA

Primera meta lograda

En un país que incumplió 15 de los 19 acuerdos firmados con el Fondo Monetario Internacional, la noticia resalta como si se encendieran luces sobre ella: el FMI ha admitido que Argentina superó las metas comprometidas tras el acuerdo logrado en enero para postergar pagos por 6.780 millones de dólares. Los técnicos enviados a Buenos Aires han aprobado la primera revisión de las cuentas fiscales. En el primer trimestre de 2003, la Administración debía tener un superávit de 1.500 millones de dólares y ya a finales de febrero superaba los 1.300 millones. En los siguientes seis meses, el superávit exigido será de 3.000 millones.

El Banco Mundial anunció el pasado miércoles que este año Argentina podrá disponer de casi 3.000 millones de dólares para mantener programas de asistencia social, pagar deudas con los maestros y rescatar deuda por unos 7.000 millones de pesos emitidos por los gobiernos de provincias que circulan como moneda legal.

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