Elkarkidetza tuvo un rentabilidad negativa del 0,84% en sus inversiones

Elkarkidetza, la entidad gestora de los planes de pensiones de los trabajadores de ayuntamientos y diputaciones, registró en el ejercicio de 2002 una rentabilidad negativa del 0,84% en sus inversiones, según informó ayer con motivo de su asamblea general, celebrada en el Palacio de Congresos Kursaal de San Sebastián. El presidente de la EPSV (entidad de previsión social voluntaria), Jon Zabalia, reconoció en un encuentro con la prensa que, en contra de las previsiones iniciales, el año 2002 fue "más discreto" en el ámbito económico que el anterior y que Elkarkidetza se ha visto afectada por la crisis de los mercados financieros, en concreto el bursátil.

Zabalia destacó que este resultado negativo es, no obstante, mejor que la rentabilidad media de los fondos de pensiones del resto de España, situada en un -4,40%. En 2001 Elkarkidetza logró una rentabilidad del 1,91% y en la década anterior la media de revalorización anual fue del 11%.

Funcionarios del Estado

La EPSV cerró 2002, un "año complicado" con un patrimonio total de 356,58 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,15% por ciento respeto al ejercicio anterior (349 millones). Este crecimiento se obtiene, sin embargo, gracias a la incorporación de 25 nuevas instituciones y 1.256 personas. Descontando las salidas por jubilación, el número de mutualistas ha pasado de 17.762 personas a 18.873. El año pasado se incorporaron a Elkarkidetza por primera vez funcionarios del Estado, gracias a los convenios alcanzados con los Puertos de Pasajes y Bilbao. El importe de las prestaciones abonadas durante 2002 fue de 11,03 millones de euros, con una disminución del 7,69% respecto al ejercicio anterior.

A la asamblea asistieron alrededor de 600 representantes de las comisiones de control de los 454 planes de pensiones integrados en la entidad. Por su parte, el vicepresidente de Elkarkidetza, Juan Miguel Mendoza, explicó las líneas generales del Plan de Gestión 2003, cuyo principal objetivo es alcanzar la cifra de 21.000 mutualistas y 470 instituciones adheridas. Otro de los objetivos marcados es promover el desarrollo de la Ley 44/2002, de 22 de noviembre, de Medidas de Reforma del Sistema Financiero, gracias a la cual desde las instituciones públicas se pueden hacer aportaciones a sistemas de previsión social distintos de los planes de pensiones.

En lo que se refiere al capítulo de prestaciones, Mendoza subrayó la importancia de abordar la adaptación a las nuevas variables actuariales del Plan 86. Este arrancó en 1986, cuando echó a andar la entidad, y a él siguen acogidos 3.139 personas que pactaron obtener una cantidad fija a la hora de jubilarse, pero pagan cuotas variables. En el resto las cuotas son fijas, pero la cantidad a recibir en el momento de la jubilación es variable. Se considera que el primer plan es insostenible porque se basó en presupuestos que han cambiado, como unas rentabilidades del 8%, y una esperanza de vida de 80 años, que ya se acerca a los 90.