Los científicos presentan nuevas pruebas del cambio climático
Hasta ahora, los científicos han buscado -y encontrado- la firma del cambio climático inducido por la acción humana en el aumento de las temperaturas superficiales en el planeta. Sin embargo, saben que tiene que haber otras huellas que muestren la consistencia del sistema climático y la alteración que está sufriendo, explicó ayer en Alcobendas (Madrid) el científico estadounidense Ben Santer. Una de esas huellas es el aumento de la altura de la tropopausa (la zona de separación entre la troposfera y la estratosfera) constatado ahora tanto en los modelos de simulación climática como en las observaciones directas. Santer, director del Laboratorio de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (EE UU), enumeró además otras de estas huellas que se han identificado recientemente, como el almacenamiento de calor en el océano o la presión barométrica (como se informó ayer en la revista Nature).
Santer participa en las jornadas Cambio Climático. La humanidad ante un desafío positivo, que organiza Cosmocaixa. Paul R. Epstein, de la Universidad de Harvard, apuntó dos descubrimientos que refuerzan la evidencia del cambio climático en curso: el aumento registrado de la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, como fuertes olas de calor o lluvias torrenciales, y la respuesta al cambio climático que ya muestran los sistemas biológicos. También destacó Epstein los efectos del calentamiento en la salud humana.
Medidas
¿Ante estos riesgos crecientes, están tomando medidas los gobiernos? Tim Barnett, de la Universidad de California, comentó que el plan elaborado durante dos años por la Administración Bush disgustó prácticamente a todos los científicos cuando se presentó en diciembre pasado y que ahora está siendo reformado para sacar una versión definitiva el mes que viene. "Pero no creo que el cambio climático sea un problema importante para Bush", comentó. "La mayoría de los gobiernos", añadió "no son conscientes de que las emisiones de dióxido de carbono de ahora van a quedar en la atmósfera durante los próximos 100 años y ¿qué futuro van a tener nuestros hijos y nuestros nietos?". En Alemania, el Gobierno es plenamente consciente del problema, dijo Jurgen Willebrand, codirector del comité sobre variabilidad climática del Programa Mundial de Investigación del Clima, pero es difícil tomar medidas por el impacto económico que tienen.
En España, Antonio Ruiz de Elvira, catedrático de Física de la Universidad de Alcalá de Henares y coordinador de las jornadas, comentó que, por ejemplo, al elaborar el Plan Hidrológico Nacional, el Gobierno no tuvo en cuenta el efecto del cambio climático y las predicciones tanto globales como para la península Ibérica. "Es posible que el canal del trasvase del Ebro se quede seco sencillamente porque no haya suficiente nieve en los Pirineos para alimentar este río", advirtió.
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