10.500 escolares vizcaínos se quedan desde hoy sin autobús por una huelga indefinida

Las peticiones sindicales se centran en una mejora salarial y la reducción de la jornada laboral. La patronal del sector, en el que la mayoría de las empresas cuentan con pocos trabajadores, ha considerado inaceptable una subida del "55%" y ha mostrado flexibilidad en abordar la limitación de las horas de trabajo.

El paro puede causar problemas en el acceso de los niños a sus colegios, porque además no habrá ningún servicio mínimo, que se limitarán a las líneas regulares. Según los datos de Educación, un total de 146 centros vizcaínos tienen un servicio de transporte escolar organizado por el Gobierno y el colectivo de niños que van en autobús a sus aulas se acerca a los 10.500. Sólo en Vizcaya existen un total de 257 itinerarios de transporte escolar.

Los mayores inconvenientes se pueden localizar en los colegios Urdaneta (2.000 escolares) y Lauro (1.500), ambos en el municipio de Loiu, donde la previsible afluencia de vehículos particulares en la misma franja horaria anticipa grandes problemas de tráfico. El Colegio Vizcaya (1.500 escolares) y el Francés (1.000 alumnos), en Derio, serán otros de los más perjudicados por la falta de autobuses. "Es imposible que estén 1.000 coches a la misma hora en zonas como Loiu. No pueden entrar", señala un portavoz de la patronal.

Algunos colegios han enviado notas a los padres de alumnos en los últimos días con instrucciones sobre cómo acceder a los centros y los lugares donde deben dejar a sus hijos, limitación de velocidad en los accesos y otras medidas para minimizar los problemas.

800 funcionarios de Lakua

La afección se extenderá a los cerca de 800 trabajadores que se desplazan diariamente desde Vizcaya a la sede del Gobierno en Lakua, que tampoco tienen servicios mínimos, y a otros empleados que usan este tipo de servicios discrecionales para acudir a sus puestos de trabajo. Con el añadido de los viajeros de las líneas regulares a ciudades como Vitoria, Pamplona, Madrid o Barcelona, donde habrá mínimos si no intervienen piquetes, los afectados serán varias decenas de miles de personas.

El paro fue convocado hace dos semanas y desde entonces no ha habido ningún contacto entre trabajadores y patronal. Sólo se reunieron la semana pasada con el Gobierno vasco para la fijación de los servicios mínimos y entonces se volvieron a evidenciar las diferencias. Los empresarios consideran un despropósito la petición de subidas lineales de 360 euros en los dos años de convenio para cada empleado, justificada por los sindicatos por los "salarios bajos" y "las muchas horas de disponibilidad, con gente que empieza a trabajar a las seis de la mañana y llega a casa a las doce de la noche".

Jesús Orbea, portavoz de las principales empresas del sector, se mostró convencido de que el paro "irá para largo" y no se resolverá hasta que la Administración actúe como árbitro.