Los rectores piden que se incluya a la Universidad en la Constitución Europea

La Conferencia de Rectores de la Universidades Españolas (CRUE) pedirá que se incluya una mención a la Universidad en la futura Constitución Europea, según manifestó la semana pasada el presidente de esta institución, Ignacio Berdugo. "La Conferencia de Rectores está haciendo gestiones en los organismos europeos y con los representantes españoles en ellos para que aparezca una referencia expresa en la Constitución Europea a la autonomía universitaria y al papel que las universidades juegan en la construcción de la Europa común", manifestó el presidente de la CRUE y rector de la Universidad de Salamanca.

Berdugo recuerda que la Constitución Española hace una referencia a la Universidad y que existe un precepto similar en las constituciones de otros países europeos. La Constitución Española reconoce expresamente en su artículo 27 la autonomía universitaria.

La CRUE va a estar presente en Graz (Austria) en mayo en la preparación de la reunión de ministros de la UE, que tendrá lugar posteriormente (en septiembre) en Berlín. Previamente, habrá una reunión del Consejo Universitario Iberoamericano "con el fin de vincular el espacio europeo al iberoamericano", dice el presidente de los rectores.

Berdugo añade que otro aspecto relevante al hablar de la integración de España en el espacio europeo de educación superior es que "el debate se ha centrado excesivamente en cómo se va llamar el título o la duración de los estudios". "No se trata sólo de cambiar el nombre y la estructura de los títulos sino de modificar el modelo educativo, el cómo. Se debe pasar de la docencia al aprendizaje", explica Berdugo. "Corremos el riesgo de que la reforma europa se reduzca en nuestro país a un debate sobre la duración de las titulaciones, cuando es más importante de cara a la educación del futuro revisar cómo se produce la transmisión y la adquisición del saber. En el futuro, la docencia debe tener menor peso, pasar a un segundo plano, y cobrar protagonismo el alumno", defiende Berdugo.

El Gobierno debe definir en qué consistirá el futuro crédito (que actualmente se mide por horas lectivas) y será cada Universidad quien deba concretar cómo se desarrolla esa definición. Por esta razón, Berdugo, defiende un cambio profundo: "El crédito actual está basado en la docencia, es decir, en el número de horas de clase que reciben los alumnos de cada profesor. En el futuro, el crédito debe basarse en el alumnos, es decir, en el número de horas que necesita un estudiante para adquirir el conocimiento, en el trabajo del alumno".

Las nuevas tecnologías tendrán un papel relevante en este proceso de cambio. "Su papel en cada titulación va ser diferente, pero influirán decisivamente en la educación del futuro, además, ofrecen nuevas oportunidades a las universidades que hay que saber aprovechar", señala el presidente de los rectores.

"Será una realidad cercana que cada alumno vaya a clase con su propio ordenador, algo que la universidad debe facilitar directa o indirectamente y las instituciones deben planteárselo de modo inmediato", añade Berdugo.