El 'show' de la adjudicación de pisos
El Ayuntamiento de Barcelona convierte en espectáculo el sorteo de 1.054 viviendas de alquiler para jóvenes
El Ayuntamiento de Barcelona convirtió ayer el acto del sorteo de 1.054 pisos de alquiler a bajo precio, al que aspiraban 17.687 jóvenes, en un espectáculo televisivo, un remedo de telerrealidad, en el que los espectadores se jugaban la posibilidar de acceder durante cinco años a una vivienda pública para iniciar su vida independiente. Los pisos, de entre 35 y 44 metros cuadrados y con una media de 220 euros de alquiler, están en 10 edificios repartidos por toda Barcelona.
Los responsables municipales presentes en el teatro Victoria, donde se desarrolló el sorteo, se escudaron en que la televisión ofrece la máxima transparencia al sorteo para justificar la presencia de las cámaras y la contratación de la productora El Terrat, que presentó el espectáculo a través del actor Santi Millán, para lograr que el acto no fuera aburrido.
Ante la presencia de regidores de Barcelona Televisió que solicitaron a los asistentes que expresaran alegría si les tocaba un piso e indicaban cuándo debía aplaudir el público, algunos de los presentes criticaron la falta de tacto de un ayuntamiento como el de Barcelona -de izquierdas para más inri-, que cayó en la tentación de convertir en espectáculo un sorteo en el que había 17 veces más posibilidades de perder que de ganar.
Unos 800 aspirantes, jóvenes en su inmensa mayoría, acudieron al teatro para ver el sorteo en directo. Muchos chicos y chicas asistieron solos, en pequeños grupos de amigos, en pareja y hasta en familia, ya que en la platea había al menos tres parejas con hijos pequeños con ansias de conseguir una vivienda. Como Susana y Julián, de 25 y 29 años, respectivamente, que pese a ser padres de Denise, de 4 años, explicaban que viven ella con su abuela y él con sus padres porque sus salarios no les permiten independizarse. Ayer no tuvieron suerte. Entre los asistentes había también un nutrido grupo de inmigrantes marroquíes y una chica filipina.
El sorteo comenzó a las 11.30 horas. Restando los 42 pisos para personas con disminución, el mecanismo de sorteo de las 1.012 viviendas se realizó mediante el denominado número de salto. En primer lugar, las bolas de cinco bombos dieron forma al número de partida: el 6.100. A partir de este número, se aplicó el cociente entre la cifra de solicitudes y la de pisos, que fue 18. Así, el sistema consiste en sumar 18 al número de partida (6.100) de forma reiterada hasta dar la vuelta a la lista completa, más una segunda vuelta correspondiente a las solicitudes que permanecerán en lista de espera.
Al ser números pares tanto el de partida como el de salto, todos los números ganadores ayer fueron lógicamente pares, lo cual originó críticas entre los aspirantes que participaban en el sorteo con un número impar, la mayoría de los cuales se levantó y se fue del teatro nada más empezar el sorteo porque ya no tenía ninguna opción. Sin embargo, está demostrado estadísticamente que este sistema es uno de los más justos.
Al final del sorteo, en el teatro quedaban algunos de los agraciados. Lorena, de 21 años, podrá irse de casa de sus padres. Susana, de 29, dejará de compartir piso y pagará casi la mitad de lo que paga actualmente.
El consejero de Política Territorial, Felip Puig, criticó al Ayuntamiento y calificó de "maniobra publicitaria" y "espectáculo" la forma en que se realizó el sorteo. El primer teniente de alcalde de Barcelona, Xavier Casas, le respondió recordando que mientras el consistorio está construyendo más de un millar de pisos de alquiler y proyecta otros 700, la Generalitat "sólo está haciendo 24" en Barcelona.
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