1.500 porteadores marroquíes se manifiestan en la frontera de Ceuta
La frontera de Ceuta sufrió ayer retenciones en el tránsito de peatones y vehículos por segundo día consecutivo, después de que más de 1.500 porteadores marroquíes se concentraran en el paso del Tarajal en protesta por el trato que les dispensa la Administración de su país y se negaran a realizar su actividad diaria de compraventa de mercancía en los polígonos comerciales de la ciudad autónoma.
La concentración se inició en torno a las ocho de la mañana y se prolongó hasta el mediodía, y aunque no se produjo ningún incidente se vivieron momentos de tensión cuando el colectivo se manifestó en la misma verja que separa ambas fronteras.
Esta concentración era la manera de protestar por las comisiones que están cobrando los aduaneros cuando los porteadores regresan a Marruecos tras efectuar las compras en el polígono comercial del Tarajal. También, según ha concretado la Delegación del Gobierno, la masa protestaba por la próxima construcción del un gran puerto cerca de Tánger, que amenaza con quitar muchos puestos de trabajos y acabar con el modo de vida de estos porteadores.
La Policía Nacional ordenó el cierre de la frontera, personándose en la zona con varias unidades, al igual que la Guardia Civil, ante el temor de que se produjeran incidentes o altercados debido a la tensión imperante en el lado marroquí antes de su entrada a la zona española. Pasadas las doce y media del mediodía, la manifestación se disolvió y todo volvió a la normalidad, aunque la actividad comercial registrada en el polígono del Tarajal se vio mermada debido a que los porteadores que realizan las compras no pudieron acceder a la ciudad, al estar cerrada la frontera.
El partido Justicia y Desarrollo marroquí, así como varios sindicatos quisieron estar presentes en la concentración al objeto de mostrar su apoyo a estos demandantes, que en momento alguno provocaron disturbios ni altercados.
De hecho, las fuerzas de seguridad españolas no llegaron a actuar.
