Un retrato del fracaso del optimismo americano
'Lejos del cielo' recrea el melodrama de los 50
Julianne Moore era una enamorada del melodrama y a Dennis Quaid nunca le había interesado, pero ambos respondieron de inmediato al deseo del director Todd Haynes de realizar un melodrama al más puro estilo de Douglas Sirk, una película centrada en un ama de casa que ve cómo el mundo feliz en el que vivía se le viene abajo. Una película que, según subraya la revista The Hollywood Reporter, "no sólo está ambientada en la década de los cincuenta, sino que se ve y se oye como si estuviera hecha en los cincuenta". "Gran parte de las películas actuales premian el cinismo, cualquier excusa con tal de que no nos dejemos llevar por las emociones", se lamenta Todd Haynes, de 42 años, sobre un tema ya habitual en su corta filmografía, compuesta por Safe y Velvet Goldmine, además de Lejos del cielo.
"Esta película es un intento de volver a conseguir el tipo de vínculo que tenía antes la audiencia con la pantalla", añade el director sobre un proyecto que estuvo a punto de no ver la luz. Fue uno de los primeros rodajes tras el 11 de septiembre, coincidió con el segundo embarazo de Moore (candidata al Oscar a la mejor actriz por esta película) y fue víctima de la desconfianza de los estudios por el hecho de que la película estuviera protagonizada por una mujer. "Se trata de la mejor actriz desde Meryl Streep", asegura Dennis Quaid.
A Julianne Moore no le quedaba otra opción, dado que Haynes había escrito el papel con ella en mente después de que ambos trabajaran juntos en Safe. "Es un cambio tal en mi carrera, pasar de querer trabajar desesperadamente con alguien [Moore persiguió a Haynes para que le diera el papel en Safe] a desarrollar tal lazo con alguien que escriba una película para ti. Es un regalo increíble". Un regalo para el que se inspiró en Lana Turner, Joan Bennett y Doris Day, y que le tuvo todo el día llorando mientras sonreía a la cámara, dado que su personaje, como Cathy Whitaker, es el retrato del fracaso del "optimismo americano".
El esfuerzo le ha valido una candidatura al Oscar como mejor actriz por este filme, que también aspira a la estatuilla como mejor guión original. "Lo que te hace llorar al final de la película es que sabes que, finalmente, Cathy tiene una opción en su vida", resume la actriz de este filme, cuyo éxito le ha demostrado al director que "la audiencia aún tiene pulso, aún respira".
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