Al rescate de sus propias vidas
Una quincena de mujeres con dificultades personales se prepara en Sevilla para convertirse en vigilantes de seguridad
Una quincena de mujeres empezó ayer en Sevilla un curso impartido por el Ayuntamiento para convertirse en vigilantes de seguridad. Su formación, que durará algo más de dos meses, se convertirá en oportunidad profesional merced al convenio suscrito entre la Delegación Municipal de la Mujer, la empresa pública Mercasevilla, en cuyas instalaciones se imparten las lecciones, y la compañía de seguridad Securitas, que se compromete a dar empleo al 90% de las inscritas.
A la inauguración oficial del curso asistió ayer el concejal de Mercados y presidente de Mercasevilla, José Antonio García, que invitó al acto a los medios de comunicación. La presencia de fotógrafos y cámaras de televisión provocó un gran revuelo entre las alumnas, que quisieron huir a toda costa de cualquier protagonismo y rechazaron aparecer en fotografías e imágenes o contar sus historias a los periodistas. Una reacción que se entiende perfectamente en mujeres con problemas personales, muchas de ellas víctimas de violencia doméstica o con separaciones traumáticas, a las que va dirigido el curso y que buscan en el centro de formación de Mercasevilla una oportunidad profesional para reordenar sus vidas y reencontrarse a sí mismas.
Ése es el caso de Amanda (nombre supuesto con el que prefiere ser citada), de 39 años y con dos hijos, de 13 y 10. Ella cuenta, nerviosa e insegura, cómo su matrimonio entró en crisis envuelto en un torbellino de celos y falta de comunicación. La depresión que la consumía estalló cuando fue una voz de mujer la que contestó su llamada al teléfono de su marido, según su relato.
Entonces, agotada por sus problemas psicológicos, reaccionó para dar un paso adelante y pedir auxilio en la Delegación de la Mujer del Ayuntamiento. "Me han dado ayuda psicológica, estoy en terapia, pero tenía ganas de buscar cosas nuevas para cambiar. Además, tengo que rehacer mi vida y encontrar la seguridad de un trabajo", dice mientras reconoce que medita su separación matrimonial definitiva.
Amanda acaba de empezar el curso, pero ya se siente animada por "el buen ambiente" que ha encontrado desde el principio con sus compañeras y por que le ha gustado la presentación de las materias. Desde ahora y hasta el 23 de mayo próximo, durante seis horas al día, estas quince mujeres recibirán una formación jurídica básica, conocimientos teóricos de su nueva profesión, entrenamiento para superar las pruebas físicas de las que serán examinadas y una buena parte de práctica en defensa personal y manejo de armas.
Reyes Dorado, una de las funcionarias que dirige el centro de formación de Mercasevilla, reconoce las particularidades de un curso de este tipo dirigido a mujeres con dificultades personales. "Es muy importante, y lo hemos hablado con los monitores, que las prácticas de defensa personal o de tiro, por ejemplo, se den con una sensibilidad específica hacia las alumnas. No de manera paternalista, pero sí con una marcada perspectiva de género", explica.
Las alumnas del curso, futuras vigilantes de seguridad, muchas de ellas en la propia Mercasevilla según el convenio suscrito con Securitas, se enfrentan a una profesión habitualmente ejercida por hombres con la que ellas buscan encontrar la seguridad en sí mismas y disfrutar de una nueva oportunidad.
Formación para más de 500 usuarias con problemas
La Delegación de la Mujer del Ayuntamiento de Sevilla ha realizado desde 1999, en el inicio del mandato que ahora está a punto de expirar, diversas acciones formativas que han beneficiado a unas 500 mujeres.
Los cursos contaban con tres criterios básicos: preparación de profesionales para trabajos en los que el sexo femenino está infrarrepresentado, con perspectivas de colocación reales, y dirigidos a mujeres en situaciones de especial dificultad (paradas de larga duración, víctimas de violencia doméstica, o marginadas socialmente, como toxicómanas o prostitutas).
Fuentes de la Delegación de la Mujer valoran especialmente los resultados de una de sus primeras iniciativas: los cursos de conductoras de autobús. Muchas de las mujeres que han recibido esa enseñanza trabajan ya en la empresa privada, conduciendo vehículos de transporte escolar o de recorridos turísticos, y diez de ellas acaban de aprobar las oposiciones a la empresa municipal de transportes Tussam.
Otras de las enseñanzas que se imparten en el centro de atención a la mujer Leonor Dávalos, en pleno casco histórico, son de auxiliar de clínica u ofimática.
La iniciativa que arrancó ayer es un programa piloto fruto de un convenio suscrito con Mercasevilla. El director del mercado central sevillano, Fernando Mellet, confía en que este curso de vigilantes de seguridad para mujeres con dificultades se repita por el éxito que alcance. El volumen de solicitudes, que dobló al número de plazas disponibles, es una invitación al optimismo.
Las mujeres que salgan del curso y sean empleadas por Securitas formarán parte del grupo de 1.600 personas que la compañía de seguridad instruirá en las instalaciones de la empresa municipal sevillana para incorporarlas a sus distintos centros de trabajo en toda España merced al acuerdo que el Ayuntamiento está cerca de firmar con el director general de la firma.
El delegado municipal de Mercados y presidente de Mercasevilla, José Antonio García, explicó ayer que el centro de formación de su empresa imparte muchos otros programas profesionales, como los de azafata, manipuladores de alimentos, operarios de almacén o secretariado.
García también hizo referencia a otro acuerdo firmado recientemente entre Mercasevilla y la Universidad Pablo de Olavide para que sus alumnos hagan prácticas en el mercado público de mayoristas.
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