La BBK pondrá en marcha una banca solidaria para los más desfavorecidos
La caja dedicará al proyecto ocho millones propios y de impositores La caja celebrará en mayo una asamblea extraordinaria para adaptarse a la ley Financiera
La BBK, la primera caja de ahorros vasca, se comprometió el año pasado a aumentar su dotación para la obra social hasta un 30%, lo que ha permitido que en 2002 contase con 81,46 millones de euros, un 50% más que el año anterior. Este año, la apuesta de la caja pasa por desarrollar un nuevo proyecto de banca ética y solidaria, que fue presentado ayer a la asamblea de la entidad. La idea de la caja vizcaína es canalizar los recursos de los ahorradores solidarios para inversiones de este carácter y conceder microcréditos para los más desfavorecidos. La caja aportará, además de la gestión, dos millones de euros al proyecto. Otros seis millones llegarán de los impositores a través de bonos solidarios, calcula la entidad.
La iniciativa, que nació en Asia y ya se ha desarrollado en otros países europeos como Italia, es la primera en España de estas características. La decisión de ponerla en marcha nace de la experiencia del acuerdo que la caja mantuvo el pasado año con cinco parroquias de Bilbao para conceder microcréditos a un interés del 3% a inmigrantes para que pudiesen cancelar otros créditos que mantenían en sus países de origen con intereses superiores al 10%. La buena marcha de esta experiencia ha llevado a articular un sistema de solidaridad destinado a los más desfavorecidos.
El banco ético presentado ayer será aprobado en la asamblea extraordinaria de mayo. José Ignacio Berroeta, presidente de la BBK, se muestra convencido de que se está produciendo un cambio en la sociedad y que este tipo de iniciativas van a cuajar. Aún no está definida la emisión de bonos solidarios, que tendrán un remuneración inferior a la del mercado
, pero la entidad confía en que no habrá problemas para captar por esta vía los seis millones de euros. La caja vizcaína aportará otros dos millones y toda la gestión del proyecto.
El sistema estará garantizado por comités éticos y auditorías específicas. El dinero se destinará a inversiones solidarias y a créditos a excluidos. Los cálculos de la caja es que unas 40.000 personas viven en Euskadi en estas condiciones, entre parados de larga duración, inmigrantes, mujeres desempleadas, casos de pobreza extrema, jovenes marginados, discapacitados,...
Ley de Cajas
La entidad aprobará en su asamblea extraordinaria de mayo una modificación de sus estatutos para adaptarlos a la ley Financiera y, en su caso, a la ley Vasca de Cajas, que en este momento es apenas un borrador del Departamento de Economía. Berroeta señaló que la entidad está analizando poner limitaciones estatutarias a las cuotas participativas, un sistema para captar fondos propios que da derechos políticos en la caja a sus compradores. Para el presidente de la entidad, este sistema desvirtúa el propio modelo y la naturaleza de las cajas.
Berroeta entiende que las cajas están suficientemente saneadas y que, en caso de necesitar fondos propios, pueden acudir a otros sistemas como las obligaciones preferentes que no condicionan a la propia caja. El temor estriba en la posibilidad de que los bancos busquen a través del sistema de cuotas su entrada en las cajas. Así, la BBK baraja un sistema de blindaje que obliga a un acuerdo del 100% de la asamblea para poder emitir cuotas participadas.
Berroeta, como hizo recientemente el presidente de Caja Vital, Pascual Jover, mostró el rechazo de la BBK a limitar legalmente como baraja el proyecto del Gobierno vasco el número de consejeros y de miembros de la asamblea y abogó por un sistema de horquillas en el que sean las propias entidades las que decidan su composición. De igual manera, apostó por agotar al máximo (12 años) el mandato de los presidentes y consejeros, y por establecer renovaciones cada cuatrienio. El Ejecutivo especulaba con la posibilidad de dejar en dos los mandatos.
Berroeta precisó que Economía ha retirado de su borrador, a petición expresa de la BBK, la posibilidad de que el presidente saliente de una caja se mantenga en el Consejo de Administración.
La BBK espera mejorar su resultado este año un 3%, siete puntos por debajo del crecimiento de beneficios experimentado en 2002 con respecto al año anterior. Berroeta apuntó como causa que este ejercicio será malo para la economía mundial, principalmente por la posible guerra en Irak, que calificó de "locura". Precisó que un alza de cinco dólares en el precio del petróleo puede suponer medio punto menos de crecimiento y medio punto más de inflación.
La cartera industrial de la caja se mantiene estable. Por un lado, su apuesta por Euskaltel se considera un acierto, ya que este año va a dar sus primeros beneficios, pese a los malos augurios que había sobre el operador telefónico vasco. El presidente de la entidad mostró su voluntad de permanencia en Iberdrola, donde la BBK cuenta con un 7,5% del capital, sólo superada por los fondos de inversión. Desde su posición de accionista de la eléctrica mostró su deseo de que sea esta empresa, por encima de otra de sus participadas, Gas Natural, quien gane en el proceso de privatización de Naturcorp.
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