Cuando la ópera se hace con inteligencia
Desde el punto de vista de la ópera como espectáculo total, Die Walküre (La Valquiria, La Walkyria, según los criterios de traducción que se usen) marca un hito simbólico en la definición de las señas de identidad del Real. Las razones son varias: se cuenta con un reparto vocal de primera línea dentro de las posibilidades del momento actual; se saca adelante musicalmente con solvencia con la propia orquesta del teatro, y se apuesta por un trabajo escénico tan alejado de los convencionalismos elementales como lleno de ideas y sugerencias.