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El Plan de Patrimonio Industrial salvará 49 bienes históricos de una ruina segura

Primeras actuaciones sobre el Canal de Castilla y el conjunto minero de Almadén

Una primera selección de 49 bienes industriales forma el Plan de Patrimonio Industrial, según el acuerdo alcanzado por la Dirección General de Bellas Artes, del Ministerio de Educación y Cultura, a través del Instituto del Patrimonio Histórico Español (IPHE), y la mayoría de las comunidades autónomas. Las primeras actuaciones se van a centrar en el conjunto minero de Almadén (Ciudad Real), el Canal de Castilla, la fábrica de artillería de Sevilla y los poblados ferroviarios. La iniciativa intenta proteger y conservar un patrimonio en rápida transformación y deterioro.

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Fábricas y poblados ferroviarios

El documento definitivo que marca los objetivos del Plan de Patrimonio Industrial refleja la voluntad de las administraciones central y autonómica de acometer la protección, conservación y proyección social de este patrimonio. Tiene en cuenta el uso futuro de los conjuntos, edificios y elementos industriales, al estar convencidos de que se trata de un patrimonio que puede convertirse en factor de desarrollo local, tanto cultural como económico.

Desde junio de 2001, las comunidades autónomas presentaron un catálogo de bienes industriales que necesitarán una intervención prioritaria por su estado de conservación o por estar situados en zonas en proceso de reconversión industrial. De las listas enviadas se seleccionaron, en las reuniones del Consejo del Patrimonio Histórico Español, 49 propuestas sobre las que se deciden las primeras intervenciones del Plan de Patrimonio Industrial.

El plan nacional se justifica por la necesidad de proteger y conservar un patrimonio que está expuesto a desaparecer. La historia de los dos últimos siglos también se encuentra en la arquitectura industrial, las estructuras ingenieriles y las maquinarias, que intervienen en los procesos de producción y del transporte y sus equipamientos técnicos.

Desprotección legal

Según los redactores del plan, la precariedad del patrimonio industrial se debe al gran número de elementos a conservar, la ausencia de rentabilidad económica, la situación privilegiada en espacios urbanos, la absoluta desprotección legal y la carencia de sensibilidad hacia este patrimonio. El soporte legal de este patrimonio "tan específico, frágil y desatendido" son los planes nacionales previstos en la Ley de Patrimonio Histórico de 1985. Como bien industrial se considera a elementos aislados (puentes, fábricas, hornos), conjuntos industriales (una factoría) y paisajes industriales (una cuenca minera). También entran en el plan las manifestaciones arquitectónicas y tecnológicas de las actividades productivas (viviendas, almacenes, equipamientos) y las fuentes documentales.

La selección de los 49 bienes industriales, con las propuestas de las comunidades autónomas, se considera un primer paso de un inventario general de patrimonio industrial. Otras fases son la declaración de bien de interés cultural, la redacción de planes directores y las intervenciones. Este proceso se aplicará en las primeras actuaciones, con el conjunto minero de Almadén (Ciudad Real), la fábrica de artillería de Sevilla, el Canal de Castilla y los poblados ferroviarios, que acaba de inventariar la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.

Los técnicos del IPHE (Ramón de la Mata, María Dolores Fernández-Posse, Linarejos Cruz y Alberto Humanes) orientan, controlan y documentan los proyectos. Además del Ministerio de Educación y Cultura, se han interesado los ministerios de Fomento y Medio Ambiente, con la posibilidad de destinar el 1% cultural de las obras públicas.

La empresa pública Minas de Almadén y Arrayanes, SA, (www.mayasa.es) acaba de terminar el plan director, con la asesoría técnica del IPHE, que va a afectar al conjunto de sus instalaciones productoras en la comarca de Almadén (Ciudad Real), ante el cierre definitivo de las minas en 2004. La sociedad, con una plantilla de 350 personas, está vinculada a las minas desde finales del siglo XVIII. Ahora se plantea una acción social para que se visiten las galerías de acceso y castilletes, las viviendas del pueblo, el hospital y la escuela de minas.

El Canal de Castilla, una obra de ingeniería y arquitectura del siglo XVIII, con 49 esclusas en sus tres ramales, almacenes y molinos, con algunas intervenciones de la Junta de Castilla y León en turismo cultural, tiene pendiente otras actuaciones en las dársenas de Valladolid y Medina de Rioseco y en el entorno de las esclusas de Calahorra de Ribas. Los estudios afectan a la recuperación de fábricas y viviendas, la restitución de los caminos de sirga y su vegetación, la rehabilitación de dársenas con los sistemas de turbinas y un dique seco, además de la protección del paisaje, que a veces se enfrenta con los planes municipales, como es el caso de Valladolid.

La fábrica de artillería de Sevilla del siglo XVIII, ante el abandono de su uso militar, tiene un plan director realizado por los arquitectos Cano Lasso. Hubo un intento de convertirla en centro de arte contemporáneo, pero falta un acuerdo entre Defensa y el Ayuntamiento para su destino. "Tiene una traza impresionante y es urgente la rehabilitación de sus cubiertas para que no se deteriore más", dice Diego Cano.

Una vista de las esclusas de Calahorra de Ribas y un almacén abandonado, que forman parte del Canal de Castilla.
Una vista de las esclusas de Calahorra de Ribas y un almacén abandonado, que forman parte del Canal de Castilla.IPHE

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