La ONU asumirá el control de Irak meses después de la guerra

Estados Unidos y la ONU están tratando de coordinar sus planes para administrar la posguerra en Irak y evitar el colapso humanitario, económico y político del país. Washington, que asumiría todo el trabajo durante el conflicto y tres meses después, delegaría progresivamente ciertas responsabilidades en manos de Naciones Unidas, que se haría cargo de la infraestructura iraquí, siguiendo el modelo de Afganistán.

Londres y Washington también piensan presentar un proyecto de resolución que mantenga en pie el programa Petróleo por alimentos, del que millones de iraquíes dependen para sobrevivir.

El diario británico The Times publicaba ayer que la ONU ha elaborado un plan de 60 páginas, en el que asumiría gran parte del control de Irak tres meses después del final de la guerra y contribuiría a la creación de un nuevo gobierno. El plan se aplicaría incluso en el caso de que EE UU y el Reino Unido decidieran actuar sin el visto bueno del Consejo.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, negó la existencia del documento, pero reconoció que se barajaban "ideas preliminares". Hace unas semanas la ONU tampoco quería admitir que se preparaba a afrontar una crisis humanitaria en Irak. Hasta que el Consejo de Seguridad no tome una decisión, la ONU tiene oficialmente las manos atadas, pero lo cierto es que lleva semanas ultimando preparativos entre bastidores.

El documento filtrado a The Times prevé que "la coalición de fuerzas asumirá la responsabilidad militar y civil en el periodo inmediato al conflicto", pero agrega que la ONU participará "de forma más sustancial en la fase de transición". El sistema se parecería mucho al que existe en Afganistán. "La opción que prefiere la ONU es facilitar la creación de un consenso y favorecer la reconciliación nacional"; aunque, al mismo tiempo, reconoce que "no tiene la capacidad de asumir la responsabilidad de administrar Irak".

Washington tiene muy claro que no quiere cargar con todo el peso de la posguerra. En las últimas semanas ha mantenido contactos con la ONU para repartirse las principales tareas de reconstrucción. El lunes, la número dos de Annan, Louise Frechette, se entrevistó con el general estadounidense Jay Garner, nombrado por Bush responsable de la futura administración civil en Irak.

"La ONU asumiría progresivamente el control de la infraestructura para garantizar el aprovisionamiento de agua, alimentos y electricidad, pero EE UU se quedaría con la defensa y el control del Gobierno en Bagdad", indicaron fuentes diplomáticas. Washington espera descargarse del mantenimiento logístico y económico de un país en ruinas para concentrar sus esfuerzos en mantener la seguridad.

En el encuentro, el de más alto nivel mantenido hasta ahora entre un diplomático de la ONU y un responsable estadounidense sobre la reconstrucción iraquí, "no se discutieron detalles porque todavía no se han resuelto del todo en Washington", afirmaron las mismas fuentes, "lo único claro es que EE UU no quiere quedarse en Irak un día más del necesario".

Para evitar que se produzca una crisis humanitaria, EE UU y Reino Unido han preparado un borrador de resolución que mantiene el programa Petróleo por alimentos, creado en 1995, del que dependen 10 millones de iraquíes.

La idea inicial era presentar el texto justo después de la resolución a favor de la guerra, en caso de que ésta se apruebe, la semana que viene. "El plan abarca el conflicto y la etapa justo posterior", indicaron fuentes diplomáticas. Con este borrador, Washington también señalaría al Consejo que sigue contando con la ONU pese a haberla acusado en varias ocasiones de "irrelevancia".