Aprobado el mayor plan de gestión de residuos de Guipúzcoa

La Junta Directiva de la Mancomunidad de San Marcos, integrada por San Sebastián y nueve municipios de su entorno, aprobó ayer definitivamente el plan integral de gestión de residuos urbanos para el periodo 2002-2016, el mayor de Guipúzcoa, que exigirá una inversión en infraestructuras de 70 millones de euros. Pero lo hizo con los votos en contra de la suspendida Batasuna, y por tanto, del presidente de la entidad, Xabier Landa, concejal de Oiartzun, quien dio la espalda a un proyecto que afecta a unos 350.000 habitantes, casi la mitad de la población de Guipúzcoa, en un momento crucial.

El obligado cierre del actual vertedero de San Marcos y el cumplimiento de las directivas medioambientales europeas hacen necesaria la apliación de un protocolo global de gestión de los residuos urbanos sólidos que se generan en esta zona, que actualmente supone 204.000 toneladas anuales.

La aplicación del voto ponderado en la junta directiva de la mancomunidad fue la que provocó la paradoja de que su presidente sea el responsable de ejecutar un plan con el que no comulga y contra el que ayer presentó alegaciones fuera de plazo. Los estatutos de este organismo no contemplan la moción de censura, según explicó ayer el representante socialista de San Sebastián en la Mancomunidad de San Marcos, Ernesto Gasco. Pero tanto el PSE como el PP quisieron que constara en acta la "incoherencia" y la actitud "negligente", "irresponsable" y fraudulenta de Xabier Landa. Ambos pidieron la reprobación y los populares la dimisión. Pero el presidente se escudó en que esa iniciativa político no se había presentado previamente en el registro, para no someterla a votación. Socialistas y populares no concretaron si volverán a intentarlo. "Lo tenemos que pensar y hablar con los otros partidos", dijo Gasco.

El plan de residuos urbanos de San Marcos era el único pendiente de aprobación en Guipúzcoa. Su contenido va en consonancia con el previsto por la Diputación para todo el territorio, que prevé la construcción de una a tres incineradoras. Se estima que para 2016 Donostialdea generará un total de 244.000 toneladas de residuos anuales, de las que el 41% serán reciclados, otro 4% se transformará en compost y el 55% incinerados.