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VISTO / OÍDO
Columna
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El silencio del Rey

Me preguntan en algunos sitios mi opinión acerca del silencio del Rey: es constitucional, respondo. El Rey no puede opinar en estos casos de una manera diferente a la del Gobierno; mejor está si tampoco se pronuncia a favor, y contra la del pueblo que se manifiesta en un 85%. Entonces, ¿para qué sirve el Rey? Para lo mismo que la bandera, el himno, el escudo; y alguna que otra tapicería o alguna pintura. Temo que pronto se le vea en algún puerto despidiendo a los legionarios que van a mandar -según se dice- para mantener el orden en la retaguardia del país que va a ser arrasado, después de que hayan ayudado a su destrucción los F-17 que también enviaremos, y las fragatas o corbetas, que quizá merodean ya por aquel lugar. Sí, le veremos junto a la bandera, flanqueado de generales, almirantes y cardenales de los que bendicen las armas, aunque sean fieles al Papa en la negación a la guerra. Que en un momento se pueden convertir también en emblemas, como la cabra de la Legión y las marchas que suenen; y en tema de foto, junto a las novias -de la muerte- que lloran. El Rey calla: es su trabajo. Y recuerda el exilio de su infancia; y la Reina, el de los suyos. Son hondas lecciones.

Más curioso es el silencio de los sucesores. Me refiero a los de Aznar. Incluyendo al favorito popular -según encuesta de El Mundo-, que es Mayor Oreja. Sale siempre el primero, y siempre tengo el mismo asombro. Supongo que esta adhesión popular puede serle nefasta: un sucesor no debe dejarse ver demasiado: o el presidente o el pueblo le quitarán sus votos. Los candidatos autonómicos del PP, los municipales o los grandes aspirantes sonríen y esperan como la hija del ventero en El Quijote; cuando sean grandes hablarán. Se dice que en el PP hay grandes movimientos de repulsa a Aznar: si de todas formas se va a ir, que se vaya ya y deje que los votos no perjudiquen a los demás. La "derechorra" la llama Carlos Dávila, ahora tan de moda por una especie de chapapote franquista que derramó en la tele oficial, y añade "estúpida", y le advierte de que será ella la que haga ganar a Zapatero. Y Abadillo, ¡Abadillo! le exige que demuestre que la guerra merece la pena. Si en las municipales se nota la caída de votos se producirá "la primera ruptura del homogéneo bloque que rodea al presidente". ¿No se ha producido ya? Ah, el primer citado lo dice en Abc, el segundo en El Mundo. Abc es centrípeto, El Mundo es centrífugo: quizá la primera ruptura del bloque.

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