Fraga advierte de que nadie espere de él "indicios de debilidad"
El Partido Popular gallego no negó ayer el éxito de la manifestación de Nunca Máis el pasado domingo en Madrid y bajó considerablemente el tono de las críticas a sus convocantes, a quienes hace sólo unos días el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, había acusado de impulsar un proceso de "batasunización" de Galicia. Fraga prefirió ayer reclamar unidad a todas las fuerzas políticas para hacer frente al desastre del Prestige, aunque de inmediato advirtió de que en ese ofrecimiento "nadie vea indicios de debilidad" por su parte. El presidente de la Xunta aseguró que "la historia les pasará factura" al PSOE y al Bloque Nacionalista Galego por acudir a la manifestación de Madrid.
"El BNG y el PSOE tienen el empeño de contribuir a una sensación general de deterioro, que podrá afectarnos a nosotros, pero que a ellos no les va a beneficiar", arguyó el presidente de la Xunta. Fraga coincidió ayer en Galicia con el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, uno de los miembros del Gobierno cuya dimisión se pidió en la marcha de Madrid con mayor insistencia. Cascos respondió a esa exigencia con una actitud retadora: "Lo que me preocuparía es que me aplaudiese la oposición. Por tanto, estoy muy satisfecho. Lo que yo vi en la manifestación fue, detrás de las pancartas, a los señores Zapatero, Beiras y Llamazares, juntos y revueltos".
Xosé Manuel Beiras, líder del BNG, calificó de "histórica" la manifestación de Madrid.
Sobre la firma
Archivado En
- Declaraciones prensa
- Manuel Fraga Iribarne
- Catástrofe Prestige
- Gobierno autonómico
- Comunidades autónomas
- Mareas negras
- Contaminación marítima
- Política autonómica
- Administración autonómica
- Gobierno
- Gente
- Galicia
- Contaminación
- Administración Estado
- España
- Problemas ambientales
- Administración pública
- Política
- Medio ambiente
- Sociedad
- Catástrofes
- Desastres
- Sucesos