Cataluña recibe el 33% de los fondos de Sanidad para ensayos de biomedicina

Cataluña recibirá 18,77 millones de euros para la investigación médica a través de las recién creadas Redes Temáticas de Investigación Cooperativa, de un total de 55 millones de euros que Sanidad destinará al Fondo de Investigación Sanitaria del Instituto de Salud Carlos III. El objetivo de estas redes es lograr la cooperación de distintos grupos de investigación españoles y ha despertado ciertas críticas por parte de los equipos más activos, pues estiman que algunas de las selecciones realizadas obedecen más a un criterio de reparto territorial que de excelencia científica.

El anuncio de la cantidad que recibirá Cataluña fue efectuado ayer por el Gobierno central coincidiendo con una conferencia de la ministra de Sanidad, Ana Pastor, en Tribuna Barcelona. La ministra defendió el contenido de la nueva Ley de Cohesión y Calidad que se tramita en el Congreso de los Diputados, como un instrumento para potenciar la investigación que asegura además la participación de las comunidades autónomas en el reparto de los fondos destinados a ella.

Para la ministra, la investigación biomédica es un elemento impulsor de todo el sistema sanitario, con cinco agentes básicos que tener en cuenta: los pacientes, los profesionales, el conocimiento científico, la industria y los gestores.

Las relaciones entre profesionales, industria y gestores no son siempre idóneas, según dejó traslucir la ministra, quien se refirió a la reciente editorial conjunta de las principales revistas científicas que se editan en el mundo alertando de las injerencias de los laboratorios farmacéuticos en la investigación científica y reclamando para los científicos la necesaria independencia para desarrollar su trabajo con criterios profesionales. "La preocupación por la injerencia de las empresas en el diseño y evolución de los ensayos clínicos se debe a que desempeñan un papel crucial para decidir no sólo los tratamientos, sino incluso las políticas sanitarias. De hecho, algunas compañías utilizan los ensayos como meros instrumentos de mercadotecnia", advirtió la ministra.

Pero su discurso viró a continuación hacia posiciones de concordia: "Es cierto que no hay progreso sin beneficio, y que la industria depende de los beneficios, pero del mismo modo que el científico comprende esto, ella debe comprender que para el investigador, su independencia es también básica". La ministra dijo que es posible encontrar sinergias y se abstuvo de criticar el pacto suscrito con Farmaindustria -por el que ésta revierte a Sanidad una parte del exceso del gasto en medicamentos-, pese a que en otras ocasiones ha reconocido que es insuficiente y debe ser revisado. "La industria y la Administración tenemos intereses comunes. Hemos de buscar lo que nos acerca y evaluar rigurosamente lo que son verdaderas innovaciones clínicas", dijo. La ministra anunció que el Gobierno prepara medidas para que los empesarios tengan la posibilidad de anticipar los beneficios fiscales que pueden generar los fondos que destinen a investigación.