Bronca e insultos en el pleno del Parlamento vasco por el cierre del diario 'Egunkaria'

La conmoción causada por el cierre del periódico Egunkaria se trasladó ayer al pleno del Parlamento vasco, que transcurrió atravesada desde el principio por gestos de protesta, insultos -"asesinos" y "fascistas", se dijeron- y momentos de tensión tanto dentro como fuera de la sala. El presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, fue de nuevo cuestionado por el PP y el PSE, que le acusaron de tener un "margen de tolerancia indebido" con Batasuna. PNV, EA e IU promovieron una iniciativa urgente que denuncia la "indisimulada intencionalidad política" del cierre e insta a la reapertura inmediata del diario.

El cierre cautelar de Egunkaria atravesó de principio a fin el pleno ordinario que celebró ayer el Parlamento vasco, con gestos de protesta, intercambio de insultos y momentos de tensión tanto dentro como fuera del salón de sesiones. El asunto también fraguó en la presentación de diversas iniciativas y condicionará la actividad de la Cámara la semana próxima, cuando la Junta de Portavoces y la Mesa traten incidentes, propuestas y posibles sanciones. Lo ocurrido redundó en un nuevo cuestionamiento del presidente, Juan María Atutxa, acusado de no actuar con la debida diligencia contra los diputados de la suspendida Batasuna.

Al inicio de la sesión, los parlamentarios del PNV y EA tomaron la delantera a los de Batasuna en un primer gesto de protesta: todos sus diputados llevaban un ejemplar del periódico que sustituye al cerrado, que desplegaron de modo ostensible una vez instalados en sus escaños. Los radicales esperaron a su turno de palabra en un debate sobre drogodependencias para abordar el cierre del diario, entre murmullos de incomodidad de los populares, que reclamaban del presidente la retirada de la palabra al diputado de Batasuna Antón Morcillo. Cuando Atutxa lo hizo por fin, tarde a juicio de los populares, los diputados radicales se dispusieron a abandonar el salón de plenos. Pero antes, Jone Goirizelaia se dirigió al escaño del socialista Víctor García, y Joseba Álvarez, al del popular Carlos Iturgaiz, para arrojarles sendos ejemplares del periódico. "Sois responsables", dijo Goirizelaia a García, en algo que los socialistas tomaron como una amenaza, de cuyo hipotético resultado responsabilizaron a los diputados de la suspendida Batasuna.

La provocación a los socialistas se reprodujo en el vestíbulo, cuando Álvarez volvió a llamar fascista a García al pasar a su lado y ambos grupos terminaron insultándose a gritos desde sendos extremos de la estancia. En el escaño, Iturgaiz devolvía el periódico a Álvarez, mientras el radical insistía en dárselo. Iturgaiz terminó por llamarle "etarra", apoyado desde el escaño de al lado por el secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio: "Eres un asesino, un asesino", dijo este último a Álvarez, que se retiró con Goirizelaia, tachando de nuevo a los diputados de PP y PSE de "fascistas".

Los trabajadores de Egunkaria sacaron a la calle una publicación de 16 páginas bajo la cabecera Egunero, que incluyó un artículo del consejero de Medio Ambiente, Sabin Intxaurraga, y dos anuncios del Gobirno vasco, y del que dijeron haber distribuido 50.000 ejemplares.