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Zúñiga recupera el corazón popular de la resistencia de Madrid

'Capital de la gloria' completa su trilogía de relatos sobre la guerra

Amelia Castilla

Juan Eduardo Zúñiga (Madrid, 1929) guardó como un tesoro en su memoria imágenes sobre la vida de los civiles, en los últimos días del Madrid republicano. Mezclando autobiografía y literatura, Zúñiga ha recuperado ahora esos tesoros en Capital de la gloria, diez relatos con los que culmina su trilogía sobre la ciudad y la guerra civil. La presentación del libro, ayer, se convirtió en una reflexión sobre el compromiso.

La presentación de Capital de la gloria reunió a un grupo de escritores que, como Zúñiga, poseen un mundo propio. Manuel Longares, Antonio Martínez Sarrión, Luis Mateo Díez y Antonio Muñoz Molina reflexionaron sobre los nuevos relatos de Zúñiga, el fulgor poético de sus textos, su gusto por las ciudades con atmósferas invernales y su pasión por los personajes laterales.

Los retratados en Capital de la gloria (Alfaguara) son civiles que tratan desesperadamente de escapar del Madrid republicano cuando la ciudad ya ha sido rendida y la derrota está instaurada en sus conciencias. En esa ciudad destruida, Zúñiga hace un acopio enorme de todo lo que pasa, desde la vertiente emotiva de unos personajes que se entregan con desesperación al deseo, hasta el deterioro espiritual del que se encuentra al límite de la soledad.

Longares destacó la importancia de Zúñiga como cronista de un Madrid que nada tiene que ver con los personajes históricos, militares o políticos. Martínez Sarrión descartó que se trate de un nuevo libro sobre la guerra civil. "No hay temas anticuados sino tratamientos rigurosos", dijo el escritor, que resaltó el lenguaje poético del libro. En esa línea se manifestó también Mateo Díez para el que la precisión de su escritura, su gusto por los días lluviosos o las calles deshabitadas, que dan un clima onírico a los personajes, convierten a Zúñiga en un cronista excepcional: "No he leído nuestra guerra como Zúñiga la cuenta".

Muñoz Molina se sirvió de una frase del arquitecto Mies van der Rohe, "Menos es más", para describir la narrativa de un autor que consigue narrar "el corazón popular de la resistencia de Madrid" sin grandes exhibiciones verbales, para conseguir un tremendo efecto poético. Muñoz Molina resaltó también la continuidad de su escritura y el sentido "político y ético" que determinan su percepción de la guerra y el modo de contarla.

Capital de la gloria, cuyo título es un homenaje a un poema de Alberti, cierra, junto con Largo noviembre de Madrid y La tierra será un paraíso, la trilogía de Zúñiga sobre Madrid. La idea de este autor es que se ha tendido a mostrar la tendencia zarzuelera de la capital, con gente siempre dispuesta a la verbena y a los toros, marginando los barrios obreros, donde las alpargatas eran el único calzado en invierno o donde no se conocían los guantes. "Quería destacar el esfuerzo que hicieron las clases populares para resistir", añadió. Su compromiso abarca también al mundo literario para construir una literatura que no sea efímera o superficial.

Juan Eduardo Zúñiga, ayer, en la presentación de <i>Capital de la gloria</i>, junto a Antonio Muñoz Molina.
Juan Eduardo Zúñiga, ayer, en la presentación de Capital de la gloria, junto a Antonio Muñoz Molina.ULY MARTÍN
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