Espías de EE UU vigilan tres barcos con supuestas armas de Irak
Los servicios de espionaje de Estados Unidos y del Reino Unido siguen el rastro de tres grandes barcos sospechosos de albergar posibles armas iraquíes de destrucción masiva, según informó ayer el diario británico The Independent. Los mercantes, de 40.000 toneladas de peso muerto, llevan navegando desde finales de noviembre sin responder a la radio y sin comunicar su destino y su carga, lo que contraviene las normas internacionales de navegación, según fuentes de la industria marítima consultadas.
Los barcos dejaron puerto poco después de que los inspectores de Naciones Unidas, dirigidos por Hans Blix y Mohamed el Baradei, comenzaran su misión en Irak, dedicada a la búsqueda y eliminación de posibles armas químicas, bacteriológicas o nucleares.
Una confirmación de esa supuesta carga daría al presidente de EE UU, George W. Bush, y al primer ministro británico, Tony Blair, la prueba definitiva que necesitan para justificar un ataque contra el régimen de Sadam Husein y para convencer a la opinión pública nacional e internacional que se opone a la guerra.
Los barcos fueron contratados por un agente con sede en Egipto, cuyo nombre no se cita, y navegan con tres banderas diferentes. Se cree que han pasado la mayor parte del tiempo en aguas profundas del océano Índico, tocando puerto sólo cuando necesitan avituallarse. Entre esos puertos de acogida estaría alguno de Yemen.
Miedo a una catástrofe
Se cree, asegura el diario británico, que militares de EE UU y del Reino Unido son reacios, de momento, a intentar un asalto por temor a que, en el caso de que fuera cierta su carga, la operación acabe en una catástrofe ecológica. Pero también se baraja la opción opuesta, ya que su interceptación y registro podría ayudar a desatascar el actual bloqueo diplimático en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Fuentes de la seguridad británica fueron incapaces, según The Independent, de suministrar información sobre cualquier operación de vigilancia en marcha de estos mercantes. Un experto en la industria naval dijo: "Si Irak posee armas de destrucción masiva, es posible que una parte significativa de ellas se encuentre a bordo de barcos en este momento".
Los navíos sospechosos dejaron un puerto no identificado, de un país que no era Irak para esquivar el bloqueo y la vigilancia occidental de este país. Fuentes del espionaje británico manejadas por The Independent mencionan a Siria y a Jordania como posibles puntos de origen.
A pesar de cientos de registros en Irak llevados a cabo por los equipos de inspectores de la ONU, aún no se ha encontrado evidencia alguna de que el régimen de Husein tenga o esconda armas prohibidas por las resoluciones de Naciones Unidas adoptadas tras la guerra del Golfo en 1991. Washington llegó a afirmar que la razón de esta falta de pruebas es que Irak las ha escondido en camiones móviles o trasladado a otro país.
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