El Museo Thyssen-Bornemisza contrasta las imágenes de la 'Piedad' de Ribera

El Museo Thyssen-Bornemisza, de Madrid (paseo del Prado, 8, www.museothyssen.org), presentó ayer una nueva exposición de la serie de Contextos de su colección permanente, a partir del cuadro Piedad (o el Entierro de Cristo), de Giusepe de Ribera, Il Spagnoletto (Xàtiva, 1591-Nápoles, 1652). El contraste con otras piedades de Ribera, los dibujos y grabados sobre los personajes, las distintas composiciones y el estudio de las técnicas de su pintura forman la propuesta de Gabriele Finaldi, director adjunto de Conservación del Museo del Prado, al intercambiar miradas sobre el lienzo de Ribera.

"La Piedad es un tema habitual de Ribera, que realiza en distintas composiciones, donde destaca su gran carga emocional y humana", declaró ayer Gabriele Finaldi al presentar en la sala del Museo Thyssen-Bornemisza (con entrada gratuita). La exposición, patrocinada por la Caja de Ahorros del Mediterráneo, se centra en la Piedad, firmada y fechada en 1633, que adquirió el barón Thyssen en 1984 para su colección. Finaldi cree que es una obra maestra, pero poco conocida, "en la sombra", al no presentarse fuera del museo.

Tomàs Llorens, conservador jefe del museo, sitúa el cuadro en la cultura de la Contrarreforma, con un tema penitencial, de meditación sobre la maldad del pecado y la grandeza del amor y la redención. "A lo largo de sus numerosas versiones se observa el empeño de Ribera por tratarlo cada vez con mayor versosimilitud dramática".

A partir de la composición de la Piedad de la colección del museo y sus personajes, con el cuerpo de Cristo tendido sobre un sudario blanco; la Virgen, en el centro, que alza la mirada al cielo; san Juan Evangelista, que sostiene el cuerpo; la Magdalena, que besa el pie izquierdo de Cristo, se establecen las diferencias con otras versiones. Una de ellas es la Lamentación sobre el cuerpo de Cristo muerto, fechada hacia 1920, que llega, restaurado, de la National Gallery de Londres. Finaldi señala que las radiografías (los estudios aparecen en el catálogo) descubren que la Magdalena besa los pies y después la situó más alejada del cuerpo. De la Magdalena se exponen dos cuadros, de los museos de Capodimonte y del Prado. Este mismo museo ha prestado La Trinidad, donde destaca la clave naturalista en la anatomía del torso y pies y el sudario blanco. También figuran una Piedad del taller del pintor, un aguafuerte y dos dibujos preparatorios "de trazo libre y rápido", con el estudio para el retablo de la iglesia de las Agustinas Recoletas de Salamanca, y sobre san Juan Evangelista.