Kofi Annan dice que el fin de las inspecciones lo decidirá la ONU

El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, subrayó ayer en Roma que la decisión sobre el final de las inspecciones de armamento de destrucción masiva en Irak le corresponde a esa organización internacional. Annan lanzó también una dura advertencia al régimen de Bagdad, recordando que aunque la guerra no es inevitable, Sadam Husein debe respetar sus obligaciones.

El secretario general de la ONU hizo estas declaraciones en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, con el que se entrevistó antes de ser recibido ayer tarde por el Papa, Juan Pablo II. El Pontífice había conversado anteriormente con el cardenal Roger Etchegaray, recién llegado de Bagdad, donde vio a Sadam Husein. Annan fue puesto al corriente por el Papa y por el secretario de Estado, cardenal Angelo Sodano, del contenido de la mediación vaticana en Bagdad.

La Santa Sede ha desplegado una acción diplomática sin precedentes para frenar la guerra, que se ha sumado a la presión de algunos países europeos, como Francia y Alemania, partidarios de agotar todas las vías pacíficas para lograr el desarme de Irak. El secretario general de la ONU no parece descartar, sin embargo, que la crisis tenga un desenlace armado. Ayer, al referirse al papel de la UE en el caso Irak, Annan señaló que la UE "debe desempeñar un papel clave, no sólo desde el punto de vista político, sino humanitario, para paliar las consecuencias de un eventual conflicto".

La prensa italiana ha especulado con la posibilidad de que el Papa pida a Annan que viaje a Bagdad en un último esfuerzo para frenar la guerra.