El evangelio según Pedro Solbes

Arrecia el debate sobre el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), que impone a los países de la zona euro la obligación de lograr y mantener posiciones presupuestarias de "proximidad al equilibrio o con superávit". Alemania, Francia y Reino Unido (que no pertenece aún a este club) defienden una flexibilización del mismo en caso de guerra contra Irak, y aconsejan relajar el techo de déficit presupuestario (un máximo del 3% del PIB).

En el frente interno, la presentación del tradicional Libro Marrón del Círculo de Empresarios actualizó el pensamiento liberal enragé del mismo; en él se dice que quizá ha llegado el momento de poner un techo público al gasto público en España entre el 25% y el 30% del PIB, lo que supondría una rebaja entre 17 y 12 puntos respecto de la situación actual. ¿Alguien del Círculo ha evaluado las consecuencias sociales que ello supondría en nuestro país, cuyo nivel de gasto sigue siendo muy inferior al de nuestro entorno? ¿Y las tensiones políticas que ello supondría? Ni siquiera el PP avala propuestas tan fuera de la realidad. El Libro marrón hace una lectura contraria a la "reciente reedición del bloque franco-alemán" y alimenta sus sospechas frente a lo que denomina sociedad política, es decir, los representantes de los ciudadanos.

La aportación más sensata sobre el futuro del PEC proviene del comisario de Economía de la UE, Pedro Solbes, que ha escrito un largo artículo ("Política económica europea") en el Boletín de Inflación y Análisis Económico (BIAM), del Instituto Flores de Lemus, de la Universidad Carlos III de Madrid. Ahora que las grandes instituciones privadas limitan el papel de sus servicios de estudios, conviene reivindicar el de algunas universidades públicas en lo que se refiere a la investigación y divulgación económicas. El BIAM, que dirige el profesor Antoni Espasa, acaba de cumplir sus 100 primeros números.

En ese artículo, que sustenta las motivaciones teóricas de las posibles reformas del PEC, Solbes recuerda que el proceso de consolidación fiscal en Europa se ha detenido desde 1999; el deterioro del equilibrio presupuestario puede atribuirse a recortes impositivos no financiados con recortes compensatorios en el gasto y a los aumentos discrecionales del gasto público en algunos Estados miembros. El objetivo del PEC de lograr situaciones presupuestarias de "proximidad al equilibrio o superávit" sigue constituyendo un objetivo válido, pero hay que someterlo al contraste de una realidad cambiante. Solbes cita, entre otros, los siguientes cambios necesarios: debe tenerse en cuenta el ciclo económico al fijar los objetivos presupuestarios a nivel de la UE y al realizar la vigilancia de las posiciones presupuestarias de los Estados miembros; las políticas presupuestarias deben contribuir al crecimiento y al empleo; debe considerarse que un relajamiento procíclico de los Presupuestos en coyunturas favorables constituye un incumplimiento de las exigencias presupuestarias a escala de la UE, que debe dar lugar a una respuesta adecuada empleando los instrumentos contemplados; deben establecerse disposiciones transitorias claras para los países con déficit estructural que no cumplan el requisito de la tendencia al equilibrio presupuestario.

Habrá que ver si las reformas que plantea Pedro Solbes son suficientes para los países de la zona euro, y si continuan opinando que el objetivo del PEC sigue siendo válido en tiempos de vacas flacas. ¿Forman parte esas reformas de lo que el Círculo de Empresarios denomina conceptos nuevos o viejos, utilizados por la denominada sociedad política, "que les permitan evitar la disciplina y seriedad que impone el PEC". Este club elitista de empresarios hace vudú sobre Alemania, a la que acusa de ser incapaz de aceptar la necesidad de adoptar políticas de estabilidad económica y reformas estructurales. Claro que no llega al hooliganismo del boletín del Instituto de Estudios Económicos (IEE), servicio de estudios de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), la cúpula patronal, que titulaba uno de sus últimos informes como un partido de fútbol: "España 2-Alemania 0".