El área de San Sebastián invertirá 70 millones en su plan de gestión de residuos

La junta de la Mancomunidad de San Marcos, que integra a San Sebastián y los nueve municipios del entorno de la capital guipuzcoana, aprobará de forma definitiva la próxima semana su plan integral de gestión residuos urbanos para el periodo 2002- 2016 con unas inversiones en infraestructuras cifradas en 70 millones de euros, el 80% de los cuales se destinarán a la instalación de una planta de incineración. El plan saldrá adelante después de recoger las aportaciones realizadas por los ciudadanos y agentes sociales y económicos de la comarca durante los dos últimos meses, según explica el director gerente de la mancomunidad, Iñaki Castillo.

El cumplimiento de las directivas medioambientales europeas y el obligado cierre del vertedero de San Marcos, cuya capacidad se agotará en el año 2006, exigen la aplicación de un protocolo global de gestión de los residuos urbanos de un área geográfica que concentra a cerca de 300.000 habitantes, casi la mitad de los residentes en Guipúzcoa, y genera 204.000 toneladas anuales de residuos. Castillo sostiene que el plan diseñado por la Mancomunidad de San Marcos es "coherente" con el aprobado en diciembre pasado por la Diputación para todo el territorio.El plan elaborado por la Diputación prevé instalar de una a tres incineradoras en territorio guipuzcoano.

La dirección de San Marcos pretende que la futura gestión de los residuos proporcione a los ciudadanos "un servicio de calidad a unos costes asumibles y con los máximos niveles de protección medioambiental", afirma Castillo. En la actualidad, esta mancomunidad recicla el 17,8% de los residuos, tanto los domiciliarios como los industriales, y deposita en el vertedero el 82,2% restante. A partir del año 2006, una vez que quede colmatado el vertedero, "no se verterá ningún residuo" que antes no haya pasado un tratamiento de reciclaje, compostaje o incineración, por este orden.

El gerente de San Marcos estima que en el año 2016 Donostialdea generará un total de 244.000 toneladas de residuos anuales, de las que el 41% serán reciclados, otro 4% se transformará en compost y el otro 55% restante, incinerados.

El cumplimiento de estos objetivos exige aumentar las infraestructuras existentes con la instalación de 700 nuevos contenedores de papel-cartón, vidrio y envases, cuatro garbigunes (los depósitos para la recogida de residuos aportados por los ciudadanos), una planta de compostaje, otra de separación y clasificación de envases, una incineradora con recuperación de energía y una planta de maduración de escorias.

Sellado en dos fases

San Marcos invertirá un total de 70 millones de euros hasta 2006 para hacer frente a las citadas infraestructuras, además de otros 13 millones de euros para el sellado, en dos fases, del actual vertedero. La inversión más costosa será la puesta en funcionamiento de una planta de "valorización energética" con una capacidad de incineración para 140.281 toneladas anuales y una línea de generación de unos 400 kilovatios-hora por cada tonelada de residuo. Su coste inicial alcanza los 55,9 millones de euros, además de otros siete millones anuales de mantenimiento.

La aprobación definitiva del plan de residuos de San Marcos se produce al mismo tiempo que la Diputación de Guipúzcoa trata de crear un ente público que decidirá el número (entre una y tres) y la ubicación de las incineradoras, incluida la de Donostialdea, que se construirán en este territorio.

De las ocho mancomunidades que existen en Guipúzcoa, todas menos una, la de Tolosaldea, que no cuenta con un vertedero propio, han dado su aprobación al plan foral de residuos, presentado por el Departamento de Medio Ambiente, que encabeza Jon Mikel Murua, de Eusko Alkartasuna. La elaboración del plan provincial ha requerido cerca de dos años de gestiones.

Las incineradoras guipuzcoanas se sumarán a la que Zabalgarbi está promoviendo actualmente en Bilbao.