Irak considera que el informe de Blix aplaza el peligro
El triunfo no ha sido por goleada, pero Irak parecía satisfecho ayer con el informe que los inspectores de desarme presentaron el viernes ante la ONU. A falta de una reacción oficial, las palabras de varios dirigentes que acudieron a la gran manifestación contra la guerra en Bagdad eran positivas. Sólo el periódico Babel, que dirige el hijo mayor de Sadam Husein, hacía otra lectura.
"Ha sido un partido a favor de Irak", aseguró Saad Kasem Hamudi, alto responsable del Partido Baas. "Es la victoria de la paz frente a la muerte", añadió. Igual parecer expresó el diputado y profesor Mohamed Mudhaffar, quien calificó el informe de "objetivo y honesto", a pesar de que acusa a Irak de falta de transparencia. "Ha sido mucho mejor que los anteriores".
De distinto parecer se mostraba el influyente Babel, para quien las declaraciones de los dos responsables de desarme ofrecieron argumentos a los países que se oponen a un recurso precipitado a la guerra. "Esas fuerzas se pueden servir del informe para impedir que la maléfica Administración estadounidense utilice la ONU como cobertura para su agresión contra nosotros", estimaba el diario de Udai Sadam Husein.
Sin embargo, tal como ayer defendía el editorial del diario Al Yumhuria (oficial), todos los entrevistados coincidieron en señalar que el informe había dejado a EE UU y el Reino Unido más aislados que nunca en su intento de usar la fuerza contra Irak. "Los informes de Blix y El Baradei afirmaron que Irak está cooperando con los inspectores internacionales", destacaba el diario. "Han probado que Irak está en lo cierto cuando dice que no tiene armas de destrucción masiva", interpretaba.
Nuevo gesto hacia la ONU
La misma opinión se recogía en la calle donde la gente consideraba que la amenaza de la guerra se había alejado, "por lo menos un mes". Ayudaba a creerlo el hecho de que siguieran llegando signos de que el régimen se está esforzando por evitar el mínimo roce internacional. Ayer se anunció en Ginebra que Irak ha renunciado a su turno para presidir el Comité de Desarme de la ONU a partir de marzo, una coincidencia que había desatado comentarios sardónicos.
Por su parte, el enviado especial del Papa, el cardenal Roger Etchegaray, se entrevistó ayer con el presidente iraquí. Tras la cita, Etchegaray dijo a los periodistas que le había pedido que usara todos los medios para "garantizar la paz" y apeló a la conciencia internacional para evitar la guerra. El cardenal estuvo dos horas con Sadam y le entregó una carta personal del Pontífice.
"La reunión ha girado en torno a algunas cuestiones concretas que no puedo mencionar por respeto a quien me ha enviado y a quien me ha recibido", manifestó. "Se trataba de ver si se ha hecho todo lo posible para garantizar la paz y restablecer un clima de confianza que permita a Irak recuperar su lugar en el mundo".
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