Las marchas en los países árabes critican el doble rasero con Israel
El doble rasero, la indiferencia de EE UU ante las tropelías cometidas por el Israel de Ariel Sharon y su belicosidad frente al Irak de Sadam Husein, era el combustible que encendía ayer los ánimos de los manifestantes en el mundo árabe contra la guerra que prepara Bush. Acorralados por cientos de policías en uniformes negros, con cascos, escudos y palos de madera, varios millares de cairotas lo expresaron con pancartas que tildaban a Bush, Blair y Sharon de "criminales" y desgañitándose a favor de una "Palestina árabe". Lo hicieron contra los muros de la mezquita de Sayeda Zainab, donde se habían dado cita y de donde la policía no les dejó alejarse.
Desde hace 22 años las manifestaciones están prohibidas en Egipto. El régimen de Hosni Mubarak, en paz con Israel, aliado de EE UU e incapaz de satisfacer las demandas de pan y libertad de su población, teme que cualquier expresión callejera de los sentimientos populares, aunque sea en asuntos que el régimen comparte como la solidaridad con los palestinos y la oposición al ataque a Irak, se transforme en motín. Por eso el despliegue policial de ayer era impresionante.
"Made in USA"
Los manifestantes eran hombres y mujeres de ideologías que iban desde la extrema izquierda al islamismo. Algunos llevaban fotos de niños palestinos muertos por los soldados israelíes, uno un cartel que decía "Sadam, Bin Laden, talibán... Made in USA", muchos banderas palestinas e iraquíes. No se escucharon gritos a favor de Sadam -a los egipcios no les gusta este personaje y su prestigio en el mundo árabe ha disminuido enormemente en relación a la guerra de 1991-, pero sí a favor de los pueblos iraquí y palestino.
No fue ésa la única protesta en El Cairo contra la guerra que Bush quiere imponer al mundo. En otras mezquitas e incluso frente a algunos de los hoteles para turistas, otros miles de cairotas se hicieron oír ayer pese a la prohibición. El viernes, 6.000 fieles ya se habían manifestado en el interior de la mezquita de Al Azhar.
La tragedia de los palestinos fue también la coprotagonista de las marchas que en Damasco, Alepo y otras ciudades sirias movilizaron a cientos de miles de personas, según Efe. En las manifestaciones sirias, que, aquí sí, contaron con el beneplácito del régimen de Bashar el Asad, se gritó "Sharon asesino" y "No a la guerra contra Irak". Tampoco Sadam es popular en Siria, pero la debilidad de las razones pretextadas por Washington para querer atacar a Irak y el contraste con su pasividad ante un Israel que ocupa ilegalmente un territorio ajeno y almacena armas nucleares resultan insoportables para la gran mayoría de los árabes.
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