Itxaso Ugalde presenta un catálogo de viajes en el espacio y el sueño

Once óleos, ocho acuarelas y una decena de cerámicas componen la exposición que la artista Itxaso Ugalde inauguró ayer en Bilbao, en la galería Epelde & Mardaras (Alameda de Mazarredo, 65 bis), y que estará abierta hasta el próximo 11 de marzo. Bidaiak se titula la muestra de Ugalde y de eso se trata, de distintos viajes, unos de placer, otros por trabajo y otros a través del sueño. Además, supone un reflejo de la vida itinerante de la propia autora.

Itxaso Ugalde nació en Venezuela, donde habían tenido que emigrar sus padres, vivió luego en Madrid, Bilbao, San Sebastián y distintos lugares de Francia. Ahora lleva algunos años afincada en Irún, pero para el próximo año ella y su familia se trasladarán a Bilbao. "Es para estar más cerca del trabajo. Y espero que ya sea una ubicación definitiva, porque me he movido demasiado", confiesa Ugalde.

Ella misma presenta Bidaiak: "La idea inicial une la actividad a la que me dedico con mis vivencias. He desarrollado la idea de viaje en un aspecto amplio". Se trata de su trabajo más reciente, realizado en 2002 e, incluso, este mismo año. La muestra se abre ya desde el escaparate de la galería Epelde & Mardaras. Desde fuera puede verse una autopista metálica que discurre de pared a pared. A ambos lados, dos semicírculos representan sendas entradas o salidas de túneles. Sobre el asfalto metálico, Ugalde ha instalado coches, camiones, furgonetas y ambulancias realizadas en cerámica. Un toque entre infantil y naïf que está presente en el resto de sus trabajos. Bidaiak presenta dos de estas autopistas.

Duermevela

Una serie de cinco óleos refleja el viaje durante el sueño. La serie se estructura en torno a uno de los cuadros, el de una mujer durmiendo, o intentándolo, "en ese momento en que se coge el sueño", la duermevela. "Muestra algo que me pasa a mí, los domingos, que no consigo dormir. Entonces, escucho el programa de Radio Euskadi Levando anclas, que trata de viajes, cierro lo sojos, y me transporta a muchos lugares, sitios a los que yo no puedo ir", explica la autora. Ha titulado la serie Sedotime. Ugalde se ríe. "Es el nombre del medicamento que yo tomo para poder dormir. El verano pasado estuve muy enferma, con dos hernias de disco, con muchos dolores. He pasado tres meses en la cama, y el médico me recetó ese medicamento", comenta.

A pesar de todo, las obras de Ugalde son alegres y optimistas. Sus ocho óleos, por ejemplo, están llenos de colores brillantes y luminosos, con muchas figuras, aviones, coches, barcos, personajes, el campo, la playa,...

Ugalde trabaja cerámica y pintura a la vez. Cada actividad le colma una parte de su ser íntimo. "La pintura es una ocupación más solitaria. La cerámica, en cambio, me gusta trabajarla en el taller, compartirla", dice. Acude dos veces a la semana a un taller municipal de Irún.

Vasijas con figuras

La exposición que presenta Epelde & Mardaras incluye algunas piezas de cerámica de la artista. "Unas están hechas de gres y cristales, son cerámicas de alta temperatura". En estas vasijas, de color y tacto arenoso, pasean figuras por sus laderas o se asoman casas y árboles al borde. En el fondo, brilla el color del cristal.

Otras piezas de Ugalde están esmaltadas. "Están hechas de engobe (barro rojo pintado antes de cocer) y luego se da un esmalte transparente. Me gustan más las piezas que hago en gres, pero no se les puede dar color, y a mí me encanta el color". Eso es algo que queda patente en Bidaiak, un recorrido entre onírico y real por escenarios ingenuos donde mandan los colores y la luz.